Música para movimientos oscilatorios
Tus pasos son lentos, pausados, pero llenos de excitación, quizás tu mente se nubla un poco, -espero que no lo suficiente como para olvidar ponerte un condón-, te diriges a la cama donde ella se encuentra desnuda, podría sustituir cama, por asiento trasero de automóvil o sala de cine, y “Ella” por “Él”, “Ellos” o cualquier sustantivo que llene tus gustos, a fines prácticos hablamos de la antesala a tener relaciones sexuales. Pones play a tu reproductor de música, empiezan las notas a sonar, las hormonas se funden con ritmos que excitan tu cuerpo, el evento comienza, no sabes el por qué, pero la alquimia música y sexo te empieza a llevar por un camino diferente en cada concierto. Y la pregunta aparece nuevamente, qué sucede con esta sinapsis de susurros vocales de tu pareja con notas de guitarra; llevamos estos temas bajo el análisis del cerebro humano, y conversamos con el psicólogo Alejandro Zúñiga, hipnoterapeuta dedicado a desmenuzar los laberintos de la mente desde Star Médica, clínica dedicada a servicios integrales de salud.
Si imaginamos la música como uno de esos sazonadores diarios, cuyos efectos en nuestro comportamiento pueden pasar inadvertidos en el transcurso de nuestras horas, y tomamos las relaciones sexuales, como acciones concretas y pensadas (en teoría), ¿existe alguna relevancia en mezclar estas dos acciones simultáneamente?
Claro que sí. Existe una relación directa entre los efectos que produce la música en el comportamiento sexual de cada persona, para la mayoría juega un papel fundamental para tener una relación sexual satisfactoria.
¿En qué sentido?
La música puede ser un estimulante importante en la búsqueda de una satisfacción plena, inclusive en casos muy extremos puede llegar a ser indispensable sin ella.
¿Por qué sucede esto, cómo es que funciona la música en nuestra cabeza para llegar a ser, como dices, indispensable en el acto?
La mente funciona de la siguiente manera, existen dos maneras de actuar: por un lado la música tiene efectos conscientes, pero la mayor parte actúa a nivel inconsciente por lo cual determina nuestro comportamiento sin que nos demos cuenta. Podemos notar que diferentes tipos de música incitan a tener relaciones sexuales de diferentes formas; el tango por su sonido seductor es un ejemplo de ello.
Por la forma como lo planteas, lo visualizo como un panorama más para la seducción que para el acto en sí ¿nuestro cerebro omite el ambiente? Es decir, ¿nos concentramos en lo que importa en ese momento, o las ondas sonoras siguen de alguna forma teniendo un efecto tácito en nuestras acciones?
Así es; esa es la segunda forma en la que nuestro cerebro trabaja, probablemente habrás escuchado que alguna persona al escuchar tal o cual canción se le viene a su mente recuerdos y emociones que ha vivido en el pasado, nuestra mente trabaja asociando determinados estilos de música a las emociones que en algún momento de su vida ha experimentado, en este caso, el sexual.
Si nos basamos en la asociación, entonces ¿no existe un cierto sonido, alguna combinación sonora que pueda incitar a ciertos tipos de comportamientos o pueden ayudar a la excitación? ¿todos es subjetivo al gusto?
Pienso que cada persona tendrá su propio estilo y su comportamiento sexual se verá influenciado por el mismo; sin embargo existen estilos de música en común que producen estimulaciones a un nivel general, debido principalmente a la influencia tanto de los medios de comunicación como de las experiencias.
Pero encaminándonos a un lado más aterrizado ¿existe alguna teoría ya fundamentada? que sea una base para poder arrojar sentencias como: “la música estimula cierta parte del cerebro, con la cual se puede lograr tal reacción”.
Como tal no, pero sabemos de antemano cómo puede desarrollar el área creativa en el cerebro, por ejemplo, existe la teoría de que la música clásica permite un elevado nivel de concentración.
Entonces el tener relaciones con música y sin ella ¿será lo mismo?
Depende de la persona, y de las asociaciones que su cerebro experimente; también existe la posibilidad de que te haga experimentar sensaciones desagradables; imagínate que te haga recordar a una ex novia con la cual sufriste mucho y ese tipo de música la escuchas teniendo relaciones sexuales, invariablemente producirá un efecto inhibidor. La música es uno de los principales estimulantes del sistema nervioso, la influencia subliminal que ejerce en el desarrollo del instinto sexual es notoria.
¿Alguna canción que quieras recomendarnos?
Bueno… como te decía para cada persona hay diferentes canciones, pero una de las que se ha hecho un ícono sería la de la cinta Ghost (referencia a la secuencia donde podemos escuchar Unchained Melody).
De un sondeo a 100 personas, éstas son las 10 canciones que tuvieron mayor incidencia en sus scores para esos momentos de “sana diversión”.
· Specialist - Interpol
· Entre Caníbales - Soda Stereo
· Tomorrow Never Knows - The Beatles
· Closer - Nine Inch Nails
· Something - The Beatles
· A Song For The Lovers - Richard Ashcroft
· Nude – Radiohead
· Iron and Wine - Naked As We Came
· Walking after you - Foo Fighters
· All is full of love - Björk
· Special Cases - Massive Attack