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Nace una estrella

GENARO LOZANO

Se llama Scott Brown y es el hombre que acaba de causar una sacudida política en Estados Unidos al convertirse en el republicano que logró lo que parecía imposible: arrebatarle a los demócratas el asiento que Ted Kennedy mantuvo desde 1962 en el Senado, arruinarle la fiesta de festejo del primer aniversario de Gobierno a Obama y poner a la reforma del sistema de salud estadounidense de regreso en el lugar donde ha estado desde los primeros intentos de reforma en 1912, entre la imposibilidad y el "ya casi".

La victoria de Brown podría verse como inexplicable. Después de todo, un advenedizo republicano ganó la curul que Ted Kennedy dejó tras su muerte en un estado cuyos electores son conocidos por sus valores e ideales progresistas en torno a temas como el matrimonios para parejas del mismo sexo y el aborto. Sin embargo, Massachusetts es también el estado donde Mitt Romney, empresario ex suspirante presidencial republicano, gobernó de 2003 a 2007.

Joyas del complejo sistema electoral estadounidense, cuya reelección legislativa sin límites permite carreras legislativas profesionales, pero vitalicias, así como también la creación de candidatos que con un buen mensaje y una buena imagen pueden destronar a una dinastía.

Hoy los estrategas demócratas se preguntan qué salió mal. ¿Cómo pudo perder Martha Coakley su ventaja inicial de más de 30 puntos? ¿Fue una mala candidata que no supo explotar el mensaje de que hubiese sido la primera mujer en ocupar un asiento senatorial por Massachusetts? ¿Fueron los errores de Coakley en campaña, como decir que su experiencia en política exterior había sido visitar a su hermana que ha vivido en Europa y en el Oriente Medio. O fue un masivo tsunami electoral, como escribe Dick Morris, quien fuese uno de los estrategas electorales de los Clinton en los años noventa antes de pelearse con ellos y convertirse en asesor electoral republicano.

Los demócratas tendrán que evaluar sus errores y Obama y su partido tendrán que tejer una nueva estrategia para la reforma de salud, la migratoria y los demás puntos en la agenda presidencial. Sin embargo, en el Partido Republicano donde se produce también un efecto inmediato en el reacomodo de liderazgos en ese partido.

Desde la victoria de Obama, los republicanos han estado buscando a alguien como su principal vocero. Fuera del Partido Republicano abundan los voceros del conservadurismo, incluida Sarah Palin que se acaba de integrar a Fox News como analista, Sin embargo, escaseaban las figuras carismáticas y con la atención a nivel nacional que hoy Scott Brown se ha ganado.

Alto, de 50 años, bien conservado, de muy buen ver, ex modelo, padre de dos chicas igualmente atractivas, casado con una presentadora de televisión, excelente candidato Brown podría precisamente convertirse en el hombre que el Partido Republicano estaba esperando.

Tiene un grado académico profesional de Doctor en Derecho, pero es un hombre que conecta fácilmente con la gente. A lo largo de su corta campaña electoral, se esforzó por presentarse como un hombre del pueblo, un hombre que manejaba su camioneta vieja a todos lados, así como un hombre que no tuvo empacho en decir que el cargo por el que competía no era por "el asiento de Ted Kennedy", sino por el asiento del pueblo.

Podría sonar aventurado pensar en que Brown pudiese competir en 2012 por la Presidencia, pero los medios estadounidenses ya juegan con la idea. Después de todo, Obama sentó precedente al ganar la Casa Blanca con tan sólo tres años en el Senado. Scott Brown aún no llega al día uno de su trabajo como senador, pero ya es una nueva estrella política en el Partido Republicano.

Politólogo e Internacionalista

Twitter @genarolozano

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