Afectado. El escándalo de los abusos sexuales se ha propagado por Europa hasta llegar a Alemania, la patria de Benedicto XVI. Silvio Berlusconi.
"Nadie ha hecho tanto" como Benedicto XVI en la lucha contra los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes, aseguró ayer el diario vaticano L'Osservatore Romano, que publicó unas declaraciones del cardenal de Westminster, Vincent Nichols, en defensa del Pontífice.
Nichols manifestó que el Papa en su época de cardenal prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, introdujo importantes cambios en el derecho de la Iglesia, entre ellos la inclusión en el Derecho Canónico del delito contra los niños cometido a través de Internet.
Otras medidas fueron la extensión de los delitos de abusos de niños hasta la edad de 18 años, la renuncia caso por caso de la prescripción y la elaboración de un sistema para la rápida reducción al estado clerical de los sacerdotes acusados.
"El Papa no es un observador ocioso, sus acciones hablan tanto como sus palabras", afirmó Nichols en su defensa de Benedicto XVI.
El cardenal, según resalta el diario de la Santa Sede, señaló que desde el año 2001 en Inglaterra y Gales la política seguida por los obispos es la de informar a los policías y a los servicios sociales de todas las acusaciones de abusos a niños, independientemente del tiempo transcurrido.
Nichols afirmó que los abusos sexuales contra menores son inaceptables y desatan rabia "justamente" y que en la Iglesia Católica se han cometido "graves errores".
En defensa del Papa salió también de nuevo ayer el portavoz vaticano, Federico Lombardi, que aseguró que los "ataques mediáticos" por los casos de curas pederastas han causado "indudablemente daño" a la Iglesia, y que la autoridad del Papa y el compromiso de la Santa Sede para luchar contra esos abusos "salen robustecidas".
En los últimos días el Papa se ha visto salpicado por este asunto después de que el "New York Times" asegurara que cuando era el encargado de la Congregación para la Doctrina de la Fe, encubrió al sacerdote estadounidense Lawrence C. Murphy, acusado de abusar sexualmente de unos 200 menores entre 1950 y 1970 en una escuela para niños sordos del estado de Wisconsin.
El diario de EU sacó ayer otra información en la que aseguró que la década de los años ochenta, cuando era arzobispo de Múnich, Ratzinger autorizó que un sacerdote con antecedentes de pederastia y que había sido expulsado por ese motivo del obispado de la ciudad alemana de Essen, ejerciera en la capital bávara.
Lombardi y los medios de la Santa Sede desmintieron categóricamente esas informaciones y denunciaron una "innoble campaña" para golpear "cueste lo que cueste" al Papa Ratzinger.