El narcotráfico es uno de los mayores obstáculos al desarrollo de los países e impide alcanzar los Objetivos del Milenio establecidos por las Naciones Unidas, advirtió hoy un alto funcionario del Vaticano.
El cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, estableció en una nota difundida aquí que el tráfico ilícito de personas, drogas y materias primas ligadas a la guerra, así como la pobreza extrema son los principales enemigos del crecimiento.
Sumó a esa lista el nacionalismo excesivo, los intereses corporativos, las viejas y nuevas ideologías, la instigación a las guerras y a los conflictos, la conducta 'incorrecta e irresponsable' y la falta de escrúpulos de la mayor parte de los operadores financieros.
El jefe de la delegación del Vaticano en la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Objetivos del Milenio, que se celebra estos días en Nueva York, llamó a reforzar la movilización política a través de una constante solidaridad económica y financiera para alcanzar los objetivos del milenio.
Indicó que los países desarrollados y las economías emergentes deberían tener abiertos sus mercados para ayudar a los países pobres a crecer hacia la independencia económica necesaria al desarrollo socioeconómico.
'La Santa Sede solicita el reforzamiento de una alianza global para el desarrollo, para el logro de todos los objetivos y la erradicación de la deuda externa para prevenir el recurso a ciertas situaciones de usura internacional que han caracterizado las últimas décadas del siglo XX', apuntó.
'Todos los gobiernos, sea desarrollados como en vías de desarrollo, deben aceptar su responsabilidad en la lucha a la corrupción, contra comportamientos desprejuiciados y a veces inmorales en los negocios y en las finanzas', agregó.
