Dominio. Sedesol advirtió de la delincuencia organizada.
Cambiar sedes de pago por condiciones de riesgo, usar transportación aérea para resguardar el recurso y hasta suspender entregas de apoyos u hologramas, son los efectos que las actividades de la delincuencia organizada generaron al programa Oportunidades durante el año en Durango.
Ambiente de inseguridad que a la fecha impide llegar con el apoyo a algunas de las comunidades más marginadas del país.
Un ejemplo de lo anterior fue la reprogramación de la entrega de hologramas a familias de Guadalupe Victoria el pasado 19 de octubre, por incidentes violentos en los límites de ese municipio con Cuencamé, informaron autoridades.
Como lo dio a conocer El Siglo de Torreón en su edición del 20 de octubre pasado, la presidencia municipal y comandancia de Cuencamé fueron rafagueadas en las primeras horas del día anterior por un comando armado que dejó tras el ataque cerca de mil cascos percutidos de armas de grueso calibre. Acción que se repitió de manera simultánea contra el hotel en el que pernoctan los agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE).
El mismo 19 de octubre, hombres armados actuaron en localidades de Guadalupe Victoria y atemorizaron a la población.
Estos hechos de violencia orillaron a autoridades del programa Oportunidades a suspender su actividad en el auditorio de la cabecera de ese municipio, informó su coordinador en la entidad, Sergio Tejeda Rosales.
CONTROL DE LOS TERRITORIOS Y es que de acuerdo con un estudio del 2001 de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) de la que depende el programa Oportunidades, desde entonces se advertía del dominio de grupos delincuenciales en municipios marginados del país.
Tejada Rosales recordó las dificultades que enfrentaron regiones de los municipios de Pueblo Nuevo, Guanaceví y Tepehuanes, donde se encuentra el poblado El Tarahumara, donde hace dos bimestres el programa Oportunidades no puede efectuar el pago a familias que fueron beneficiadas.
