Sin barreras. La Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia considera que a los 16 años todavía se es adoptable. JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ / EL SIGLO DE DURANGO
Muchos de los niños que llegan a la Casa Hogar del DIF Estatal traen consigo situaciones que dificultan o impiden su adopción; una de ellas son los grupos de hermanos, a quienes no se separa pues se trata de mantener el vínculo familiar, probablemente el único que tendrán en su vida.
Por otro lado se encuentran los infantes que por la edad de arribo a la Casa Hogar ya no son adoptables, o bien, quienes llegan a la mayoría de edad por motivos variados, como la discapacidad.
Uno de los más graves es el analfabetismo tan severo; con mucho esfuerzo terminan la primaria.
Este panorama generalizado de los niños de quien tiene la guarda el DIF es el motivo para la creación de una casa hogar, con modelo diferente al que se maneja y sea exclusivo para adolescentes en condiciones de abandono o maltrato, aseveró María del Refugio Bobadilla Saucedo, titular de la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia, del DIF Estatal.
La funcionaria refirió que la atención a las necesidades de los adolescentes se cubre pero no a través de una institución tan especializada como la Casa Alianza en México, en donde residen dos jóvenes de 14 y 16 años desde hace dos años y egresó una mujer a los 18 años, con trabajo.
La Procuraduría del Menor ya presentó el proyecto; incluso, ya se tienen considerados dos terrenos.
El objetivo de crear este tipo de casas en Durango es "no desarraigar a los muchachos, que se puedan preparar para una vida independiente".
En la nueva instancia los jóvenes al alcanzar los 12 años podrían empezar a capacitarse para el trabajo si es que su nivel de analfabetismo es muy alto; a otros se les impulsará en sus estudios.
Cómo viven los niños de la Casa Hogar
En la Casa Hogar del DIF Estatal viven 98 menores, 34 niñas de seis a 12 años y 14 varones; ellos asisten a la primarias públicas; 12 maternales acuden al kinder, siete bebés y un adolescente de 18 años que sufre una discapacidad y ya se quedó en la Casa.
Cinco niñas acuden a cursos de Belleza y Computación a los Cecatis; otro grupo de infantes va a terapia al Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE). Por las tardes todos participan en actividades deportivas y culturales en la Casa Hogar. El recinto funciona con una figura materna; la Casa Hogar para adolescentes contaría también con la paterna. Mientras tanto instituciones de otros estados apoyan a Durango para atender mejor al grupo de jóvenes.