Foto: AGENCIAS
La madrugada del viernes, Brenda estaba en su casa cuando ocurrió la balacera en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Como vive a cinco cuadras del campus, pudo escuchar los disparos y los "granadazos" entre policías y sicarios.
Temor
Brenda es originaria de Torreón y estudia el cuarto semestre de la maestría en Comunicación en el ITESM, campus Monterrey. En la clase de Liderazgo para el Desarrollo Sostenible, fue compañera de Jorge Mercado, uno de los dos alumnos que murieron en el enfrentamiento entre policías y sicarios. Cuando escuchó los disparos pensó que eran juegos pirotécnicos. Horas más tarde, mientras veía las noticias en la televisión, se enteró que los soldados y sicarios habían ingresado al Tec, "ya hasta mucho después nos dijeron que los dos muertos eran compañeros de clases".
Para Brenda y sus amigos fue difícil creer que los muertos eran alumnos, pues primero les dijeron que eran sicarios: "ya había rumores de que eran estudiantes pero pensamos que los comentarios eran resultado de la misma preocupación por lo sucedido".
Al ver las fotografías de los alumnos asesinados, se dio cuenta que Jorge Mercado fue su compañero en una clase, "no éramos amigos, sólo estuvimos juntos en esa materia. Me imagino que la gente que los conocía debe estar muy triste".
Ahora en los pasillos del Tec no se habla de otra cosa más que de la balacera y los alumnos muertos. "No puedes platicar con alguien ni un minuto porque luego luego sale ese tema".
Y es que el día del enfrentamiento cientos de alumnos se encontraban en el campus porque son fechas de exámenes. La biblioteca estaba abierta las 24 horas del día pero después de lo ocurrido ya la cierran a la medianoche.
El ambiente en el Tec es más de preocupación que de tristeza, pues aún no saben quién disparó en contra de Jorge Mercado y Javier Arredondo.
"Nos preocupa que no se esclarezca si los alumnos fueron muertos por los narcos o el ejército. Ahorita el Tec sí se ve más solo; varios compañeros de intercambio se regresaron a sus casas ese fin de semana; otros se aguantaron el miedo porque están en exámenes, y como yo estoy a punto de terminar mi tesis no tengo tiempo para asustarme".
Para Brenda, los altares y las protestas silenciosas son un reflejo del miedo que hay en los alumnos.
