Esta es la tercera ocasión en que el techo del Metrodome se daña. En 1981 una tormenta de nieve desinfló una parte del mismo. Ni siquiera los juegos bajo techo se salvan
MINNEÁPOLIS, Minnesota.- El techo inflable del estadio de los Vikingos de Minnesota se desplomó el domingo y hubo caminos cerrados en la región centro-occidental de Estados Unidos por una tormenta que arrojó casi 60 centímetros (dos pies) de nieve en algunas áreas.
El techo de teflón del Metrodome se colapsó luego de que cayeran más de 43 centímetros (17 pulgadas) de nieve en Minneápolis. No se reportaron lesionados.
El partido de la NFL entre los Vikingos y los Gigantes de Nueva York ya había sido aplazado para hoy lunes en el mismo estadio. Los organizadores anunciaron que el partido de la Liga Nacional se jugará hoy pero en Detroit, en el Ford Field. Comenzará a las 19:20 horas, hora de la costa este.
La tormenta avanzaba hacia el este, forzando numerosos cierres de negocios. El domingo seguía vigente un estado de alerta por tormentas de nieve en Chicago y gran parte del norte de Illinois, todo Iowa, grandes zonas del sur de Minnesota y Wisconsin, y zonas más pequeñas del Dakota del Norte, Dakota del Sur, Misurí y Michigan, según el servicio meteorológico estadounidense.
Gran parte del resto de la región se encontraba bajo un estado de aviso de tormenta o de helada severa. Las autoridades de Wisconsin emitieron el sábado un aviso recomendando no viajar, al citar las alertas de tormentas de nieve en casi cada condado.
Las bajas temperaturas eran consideradas a veces más peligrosas que la nieve en algunas zonas. Dakota del Norte registró temperaturas de 20 grados bajo cero debido a los fuertes vientos el sábado.
Oakdale, al este de Minnesota, se vio golpeada por 50 centímetros de nieve el sábado, dijo la agencia meteorológica estadounidense.
Alrededor de 420 pasajeros pasaron la noche en Grand Forks, Dakota del Norte, luego de que se desviaran cuatro aviones de Minneápolis, donde la tormenta obligó a cerrar todas las pistas del aeropuerto, excepto una.
"Era un caos, una completa locura. Nos empacaron como sardinas", dijo la pasajera Leah Edmondson a la televisora local WDAZ.
Tres de los cuatro aviones habían partido la mañana del domingo.
