Argumentos. Benedicto XVI dijo que el uso del condón es justificable a veces. EL UNIVERSAL
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) rechazó las versiones, según las cuales, el Papa Benedicto XVI aprobó el uso del condón en algunos casos, y señaló que son producto de una mala interpretación de los medios.
Al retomar un pronunciamiento de la red católica, explicó que para modificar la postura al respecto, se tendrían que anular la Encíclica Humanae Vitae, la Casti Connubi, la Evangelium Vitae y el Catecismo de la Iglesia Católica, lo que no se ha hecho.
Añadió que para ello, el Papa tendría que emitir primero un decreto magisterial, pues no basta lo expresado en una entrevista.
Los católicos atribuyeron el malentendido a que los periodistas, "siempre ávidos de escándalo", se basaron en un "muy desafortunado" artículo publicado en L'Osservatore Romano.
Indicaron que dicho diario, violando el periodo de embargo establecido por los editores, presentó algunos párrafos descontextualizados del nuevo "libro-entrevista" de Benedicto XVI titulado "La luz del mundo", del periodista alemán Peter Seewald.
Asimismo, señalaron que el malentendido se desencadenó por unas frases sacadas de contexto de la respuesta que dio el Papa a la pregunta acerca del uso del preservativo en la lucha contra el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).
En L'Osservatore Romano se publicó: puede haber casos justificados singulares, por ejemplo, cuando una prostituta utiliza un preservativo, y éste puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad para desarrollar de nuevo la conciencia sobre el hecho de que no todo está permitido y de que no se puede hacer todo lo que se quiere.
Y añade: sin embargo, este no es el verdadero modo para vencer la infección del VIH. Es verdaderamente necesaria una humanización de la sexualidad.
Según los católicos, de esas palabras los medios de todo el mundo publicaron en grandes titulares que el Papa había aprobado el uso del condón, lo cual es inexacto.
Detallaron que de acuerdo con la traducción, lo que Benedicto XVI realmente respondió debe partir del hecho de que el Pontífice habla de "männliche Prostituierte" que significa "prostituto" (no prostituta) y que se estaba hablando del preservativo como herramienta contra el Sida y no del preservativo como herramienta de anticoncepción.
Para los católicos, las palabras del Papa deben entenderse como si un prostituto homosexual utiliza un condón (con el objetivo único de no contagiar ni contagiarse de Sida), esto puede ser señal de un inicio de moralización, de que el hombre se está dando cuenta de que no puede hacer con su sexualidad lo que le venga en gana.