El embajador de EU. en México, Carlos Pascual, aseguró hoy que su país no tiene agentes de operaciones en México para luchar contra el narcotráfico y el crimen organizado, sino asesores técnicos que comparten información con el país vecino.
Pascual se refirió en la octava conferencia binacional sobre la reducción de la demanda y el consumo de drogas entre ambos países, y a informaciones sobre la cooperación antidrogas y de lucha contra el crimen que afirman que EU. planea introducir agentes en unidades de fuerzas de seguridad de México que luchan contra los carteles de drogas en Ciudad Juárez.
"Quiero ser muy, muy claro. Estados Unidos no tiene a agentes de operaciones en México. Lo que tenemos allí son asesores técnicos que pueden intercambiar información" relacionada con la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, recalcó Pascual.
La información publicada hoy por el diario The Washington Post matiza que EU. pretende introducir a agentes de los servicios de inteligencia en unidades de fuerzas de seguridad del Estado mexicano.
Los agentes estadounidenses se incorporarían junto con analistas a un centro de mando mexicano en esa ciudad fronteriza para compartir información de inteligencia suministrada por informantes y recogida de comunicaciones interceptadas.
Se trataría de agentes de las fuerzas de seguridad de EU., probablemente de agencias como la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA), que trabajarían junto a policías mexicanos recién salidos de la academia y que han sido formados por asesores del FBI y de la propia DEA en el marco de la Iniciativa Mérida.
Para Pascual, la presencia de asesores técnicos estadounidenses en México no es algo "radicalmente nuevo", dado que ambos países han declarado públicamente que están en el proceso de crear una oficina bilateral en Ciudad de México donde habrá "profesionales estadounidenses y mexicanos trabajando a diario juntos para responder a cada aspecto de la seguridad y del tráfico de drogas".
"Eso es un camino en dos sentidos y es así como funcionamos. En el lado estadounidense de la frontera operan agencias y fuerzas de seguridad estadounidenses y en el lado mexicano operan sus agentes y entidades, y eso está clarísimo y es como debe ser", dijo.
Por su parte, el embajador de México en EU., Arturo Sarukhan, repasó la estrategia del presidente Felipe Calderón para luchar contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Explicó que primero quiere disminuir los niveles de la violencia, después aumentar los costos de oportunidad para impedir que el negocio siga siendo lucrativo para los cárteles y en último lugar garantizar que ese problema pase de ser un reto de la seguridad nacional y se convierta en un reto de seguridad pública.
Dijo que el Gobierno mexicano "sabe perfectamente a dónde tiene que llegar y a dónde tiene que ir con sus esfuerzos" por derrotar a los grupos trasnacionales y reducir los índices de violencia.
No obstante, recalcó que "no hay pociones mágicas ni balas de plata" y que ese problema no se resolverá de la noche a la mañana.
Señaló que el impacto de la cooperación entre ambos países se refleja en el consumo de drogas en EU., donde el precio de la cocaína ha aumentado un 100% y la pureza disminuido un 33%.
Destacó que las épocas de la recriminación mutua se ha acabado y que la corresponsabilidad empieza y termina con la demanda.
En México, el consumo de drogas ha aumentado de un 4.6% en 2002 a un 5.2% en 2008 y "tiene un problema de adicción severo", dijo.
"Hemos dejado de ser sólo un punto de tránsito. México (...) se ha convertido en un país de consumidores", afirmó.
En este sentido, la primera dama de México, Margarita Zavala, muy activa en la prevención de drogas, explicó los programas que ha puesto en marcha el Gobierno, y dijo que quiere evitar que "nuestros hijos se conviertan en una víctima más de esta esclavitud moderna".
"Comparto con millones de mexicanos la esperanza de tener un país donde los jóvenes caminen libres por las calles con el futuro en sus manos", recalcó.