El arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, se abstuvo de llevar algún mensaje especial a Estados Unidos durante su visita a ese país a principios de este mes, declaró a la prensa su portavoz, Orlando Márquez.
En declaraciones a medios de prensa, el vocero descartó especulaciones periodísticas en torno a las reuniones que sostuvo el jerarca católico cubano con funcionarios estadunidenses que elogiaron su papel en la liberación de presos políticos.
De acuerdo con la fuente, durante su estancia en Washington, Ortega sólo trató con los funcionarios del Departamento de Estado la posibilidad de que los ex prisioneros cubanos que viajaron a España puedan trasladarse a Estados Unidos si así lo desean.
Pero en declaraciones al diario The Washington Post, el pasado 9 de agosto, el alto dignatario eclesiástico opinó que el gobierno del presidente cubano Raúl Castro está interesado en una "apertura" con Estados Unidos.
"Me ha repetido en varias ocasiones que está dispuesto a hablar directamente con el gobierno de Estados Unidos, sobre cualquier cosa", dijo el prelado al columnista del rotativo estadunidense Jackson Diehl.
Ortega visitó Washington oficialmente para recoger un premio de la organización católica Orden de los Caballeros de Colón.
Fue su segunda visita a la capital de Estados Unidos en poco más de un mes, en medio del proceso de liberación de 52 presos políticos isleños, en el que colaboró el gobierno español.
El Departamento de Estado ha confirmado que se evaluarán "caso por caso" las solicitudes de aquellos presos cubanos excarcelados que quieran viajar a Estados Unidos procedentes de España para establecerse en ese país.
Hasta ahora 32 reos opositores han viajado a España en lo que la disidencia interna considera un virtual "destierro", pero algunos expresaron su deseo de trasladarse a Estados Unidos para reunirse con sus familiares.
El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, instó a Cuba a liberar a "todos los presos de consciencia", y no sólo a los encarcelados desde 2003 tras la denominada "primavera negra" que llevó a la cárcel a un grupo original de 75 disidentes.
