La Casa Blanca negó hoy que el discurso del presidente estadounidense Barack Obama sobre migración buscara dirigir el malestar de los hispanos a los republicanos por la inactividad sobre el tema.
El vocero presidencial Robert Gibbs insistió ante la prensa en que el propósito del discurso fue enfatizar la necesidad de un trabajo bipartidista para hacer frente a un tema cuyo interés va más allá de un simple sector de la población.
'No creo que sólo la comunidad hispana esté preocupada por la migración, y esto no se trató de dirigir el enojo de nadie', dijo Gibbs al ser interrogado sobre el objetivo político del discurso.
El mandatario pronunció un discurso sin anuncios nuevos de por medio, en el que insistió sobre la necesidad de que haya apoyo republicano para impulsar la reforma en el Congreso.
Gibbs dijo que el hecho de que Obama se haya referido en más de una ocasión a la necesidad de que los republicanos se sumen a esta causa refleja la situación que prevalece actualmente.
Indicó que esto no se refiere sólo a la falta de acción en el Congreso sino también a las iniciativas tomadas por algunos estados, notablemente Arizona, para hacer frente a esta situación.
'Sabemos que Washington puede hacer esto, pero a menos que los republicanos entren al juego en la arena legislativa, el problema no será resuelto', expuso.
Gibbs dijo que lo que Obama buscó enfatizar es el hecho de que, ante la insuficiencia de los votos demócratas, particularmente en el Senado, el respaldo republicano es esencial.
Señaló que el apoyo entre los demócratas a la reforma no es total y por ello 'tener el apoyo de los muchos republicanos que la apoyaron en el pasado es la única forma de avanzar hacia una reforma amplia'.
