"No es triste llegar a viejo, aunque se va quedando uno solo, pues los hijos se van, pero hay que saber sobrellevar la vida, cuidarse y no pensar en la muerte, que va a llegar, pero será cuando Dios quiera", dice don Nieves, un hombre de 81 años que acostumbra ir a la plaza principal de Lerdo todas las mañanas.
En el marco de la celebración del Adulto Mayor, don Nieves dice que no hay nada para las personas mayores de edad, "ni siquiera una despensa, aunque gracias a Dios tengo mi pensión, poquito, de 1,900 pesos, pero como vivo solo, gasto poco, y cuando me falta algo, pues tengo un guardadito", cuenta el hombre, viudo desde hace ya varios años. "La verdad no me acuerdo cuántos años hace que me quedé solo".
Un día normal para don Nieves es levantarse a las cinco de la mañana, "estoy acostumbrado por el trabajo que tuve de mucho años", limpiar la casa y algún arreglo que le haga falta, luego se va a una fonda a almorzar, se pasa unas horas en la plaza, al mediodía va a comer al mercado Donato Guerra y se regresa a la casa.
"No he querido mujer, aunque sí hay por ahí, pero ¿para qué?, para que me chin..., pues mejor así me quedo. Es seguir batallando con una mujer, pues ahora ya no quieren hacer nada y en peligro me mande a comprar la comida, además, si así no acabala uno, pues con mujer... menos", cuenta tras mencionar que aún se siente bien.