Dentro de los diseños de Nina Ricci destacan piezas sencillas con detalles femeninos como este 'trench'. El diseñador británico no se aleja completamente del estilo gótico de su predecesor y lo refleja en galas nocturnas de tonalidades oscuras y láminas de encaje.
MÉXICO, DF.- Cuando Olivier Theyskens anunció su retiro de las filas de Nina Ricci en 2009, el mundo de la moda comenzó a preocuparse por el futuro de la marca, después de todo, el diseñador belga había conseguido rescatarla del letargo en el que había estado por casi dos décadas, sobre todo, desde que Robert, hijo de María "Nina" Ricci, murió en 1988.
Olivier le dio a la firma francesa un nuevo aliento, un nuevo look que la trajo de vuelta a las principales revistas de moda. El modisto creó una imagen diferente para la marca, dotada de pinceladas góticas y mágicas que, finalmente, no fue entendida por los ejecutivos de la maison.
Ahora toca el turno a Peter Copping, quien fuera mano derecha de Marc Jacobs en Louis Vuitton, de demostrar su capacidad para mantener viva la leyenda de Nina Ricci, pero otorgándole un aire moderno y diferente.
Las primeras dos colecciones de Copping han dejado un buen sabor de boca en la crítica, en especial, la de Primavera-Verano 2010. Esta antología llega en el momento adecuado, cuando el look ultra femenino y etéreo está a la orden del día en pasarelas como las presentadas por Rodarte, Chloé, Chanel, Giambattista Valli y Miu Miu.
SE HIZO LA LUZ Tras el estilo oscuro que reinó durante la era Theyskens, Peter ha querido devolver un poco de claridad a la firma fundada en 1932. El diseñador de origen británico se ha concentrado en una mujer delicada que se expresa a través de transparencias, encajes, holanes y lazos.
Sin caer en la cursilería, Copping logra un estilismo femenino y contemporáneo, especialmente, para esta temporada estival. Además, se vale de una atractiva paleta de colores que la periodista Hilary Alexander, colaboradora del rotativo inglés Daily Telegraph, describió como "un tentador plato de macarrones Ladurée".
El modisto graduado de la prestigiada escuela Central Saint Martins y del Royal College of Art señaló que "su corazón siempre ha estado con el diseño francés". Sus diseños están inspirados en las chicas galas, siempre sutiles y pendientes del más mínimo detalle.
En la propuesta de Peter sólo hay espacio para siluetas definidas y prendas como los leggings en tejido de punto, vestidos de chifón con aplicaciones florales, chaquetas plisadas, abrigos con volumen y galas nocturnas en materiales texturizados y con varias capas de encaje.
Se destaca el ambiente romántico que envuelve a la propuesta del director creativo de la firma. ¿Qué mujer no quiere vestir como la protagonista de un cuento de hadas? La clave de Peter reside en equilibrar el estilismo con toques sensuales que dejan entrever piezas de lencería como brassieres de vuelos y pequeños delantales encima de faldas lápiz.
La crítica de moda de Style.com, Sarah Mower, señaló que el trabajo de Copping no es improvisado y que la década que permaneció en Louis Vuitton fue de gran ayuda. Mower escribió:
"Sabe cómo construir un look que puede adaptarse a la realidad y presentar prendas individuales que hacen agua la boca. Peter está demostrando que puede mantener el espíritu de Nina Ricci y hacerlo jovial".
LA ERA COMERCIAL Uno de los problemas que enfrentó Olivier Theyskens en la maison fue la constante lucha que mantuvo con el plano comercial. Sus creaciones, aunque hermosas, eran demasiado teatrales y poco aterrizadas para el cliente promedio de la marca.
Al parecer, Peter Copping está consciente de que, a final de cuentas, es un negocio y no teme declararse amante de la ropa utilizable. El diseñador comentó a Women's Wear Daily que "no le interesa ser considerado como un creador de vanguardia".
Las opiniones siguen dividas; mientras algunos lo llaman predecible, otros se refieren a él como encantador. Pero la última palabra la tienen las mujeres que se dejen arrastrar por la fantasía realista de la nueva Nina Ricci.