Un niño hispano de siete años salvó a su familia, que estaba siendo atracada en su propia casa, en Los Ángeles (EU.), al llamar al servicio de emergencias 911 desde una bañera de la vivienda, donde se escondió junto a su hermana de seis años, informó la prensa local.
Los hechos tuvieron lugar en Norwalk, dentro del condado de Los Ángeles. Tres hombres armados entraron a la residencia del niño, cuyo nombre es Carlos, y advirtieron a sus padres que estaban allí para llevarse todo lo que quisieran, según detallaron las autoridades.
El niño, sin que se enteraran los ladrones, se encerró en el baño junto a su hermana pequeña y llamó a la policía mientras los sospechosos se dirigían a sus padres a punta de pistola.
En la llamada telefónica, publicada por los medios, se aprecia cómo el niño pide ayuda a la operadora que mande "muchos policías... y soldados también".
"Noté el miedo en su voz, en la de los dos", dijo a la cadena CBS Monique Patino, la encargada de responder la llamada, en alusión a la hermana de Carlos, de seis años.
Patino dijo sentirse "temblorosa", "nerviosa" y "asustada", pero sobre todo por la situación de estaban viviendo los niños, "casi insoportable".
Los ladrones entraron en el lavabo tras escuchar los gritos de los pequeños, pero se apresuraron a abandonar la casa una vez que se percataron de que Carlos había llamado a las autoridades.
Un automóvil de la policía llegó a la casa tres minutos después de la llamada, pero para entonces los sospechosos ya se habían marchado.
Un día después Carlos y Patino se conocieron en una rueda de prensa. Patino le dijo que era su "pequeño héroe".
"Le dije que fue muy valiente y que me sentía muy orgullosa de lo que había hecho", comentó la oficial.
Mientras, Carlos explicó que mantuvo la calma durante el suceso porque su madre había practicado en alguna ocasión con él cómo debía comportarse en caso de emergencias.
El capitán de policía Patrick Maxwell añadió que Carlos hizo una labor "fantástica, mucho mejor que la mayoría de los adultos", y que su actuación debe servir como ejemplo para todos.
Maxwell apuntó que las autoridades aún buscan a los tres sospechosos y que la hermana pequeña de Carlos fue quien dejó la puerta abierta de la casa.
Los padres del pequeño, aún "bastante traumatizados" según Maxwell, no quisieron comparecer ante la prensa.
