Jóvenes. Ante la falta de oportunidades, el número de 'ninis' en México se ha incrementado a 7.5 millones reconocidos de manera oficial. En América Latina 22 millones de jóvenes ni estudian ni trabajan.
Como un dato "escalofriante", describió el rector de la Universidad Internacional Mexicana (UIM), Rodolfo Luna Walss, la estadística emitida recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que indica que, en México, dos de cada diez jóvenes ni estudian ni trabajan.
Además -complementó-, se estima que de los otros ocho, sólo cuatro concluirán sus estudios profesionales.
Pero además, algo que preocupa al sector académico es que en el país, y Durango no es la excepción, la relación estudio-ingreso económico está "achatada", a diferencia de países desarrollados como Finlandia, Noruega o Alemania en donde entre mayor sea la preparación, mayor es el ingreso. "En México no: aquí, entre mayor sea la preparación, menos son las probabilidades de conseguir empleo", refirió el Rector de la UIM.
Por ello, dijo que es necesario vincular a las universidades con lo que la Industria y el comercio necesitan. Una frase que, aunque trillada, sigue vigente porque no se ha podido llevar a la realidad.
"Que las universidades no sean generadores de personas que busquen trabajo. las universidades deben ser generadoras de personas que salgan a crear empleos, algo en lo que en Durango tenemos una larga tarea", añadió.
Dijo que mientras los egresados sigan aspirando a encontrar trabajo, quizá lo lleguen a encontrar, pero será con una muy baja remuneración.
Recientemente el rector de la UNAM, José Narro Robles, calificó como "una vergüenza" que en México haya 7.5 millones de "ninis". Esta cifra indica que en el país se encuentra un tercio de los jóvenes que ni estudian ni trabajan en toda America Latina, en donde se contabilizan 22 millones.
¿ENSEÑAR OFICIOS? Luna Walss dijo que enseñar oficios en las escuelas sería sólo una parte de la solución a la problemática de desempleo. "Los alumnos deben tener una capacitación para el trabajo -carpintería, plomería, albañilería- pero al mismo tiempo deben tener la preparación suficiente para ese empleo convertirlo en una empresa (...) El estudiar una capacitación para el trabajo y complementarla con una capacitación formal para administrar una empresa es lo que cerraría el círculo", concluyó.