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No me presiones

Tener una presión alta o una baja es igual de malo

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Eunice Martínez

Diana no soportaba el dolor de cabeza; el zumbido en los oídos era cada vez más insoportable al igual que las náuseas. Estaba tan mal que su marido tuvo que llevarla al hospital.

En la habitación contigua se encontraba Juanis, 45 minutos atrás acababa de sufrir un desmayo. Sus padres se asustaron tanto que optaron por llevarla a la clínica.

Las dos tienen algo en común: padecen de la presión, la diferencia es que Diana siempre la maneja alta (hipertensión) y Juanis baja (hipotensión). Ambas son malas porque afectan el desempeño diario de la persona, pero la presión alta es la que más pone en riesgo la vida.

Pero, ¿qué es la Presión Arterial? La doctora Adolfina Gutiérrez explica que es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias cada vez que el corazón se contrae. La tensión arterial es un índice de diagnóstico importante, en especial de la función circulatoria.

“La presión arterial cambia constantemente ya que cada latido del corazón es un valor de presión arterial; adicionalmente muchos factores influyen en los valores de la tensión: por ejemplo la tensión arterial es mayor en invierno e inferior en verano, la actividad física, ansiedad, hora de la medición etc. influyen en los valores”, agrega.

La presión considerada normal es de 120/80. La presión sistólica 120 mm de mercurio (es cuando el corazón se contrae) y presión diastólica a 80 mm de mercurio (cuando el corazón se relaja).

Lo más recomendable es que las personas acudan cada seis meses a un chequeo médico general, pero si se presentan síntomas o signos como heces oscuras o de color marrón, dolor torácico, vértigo o mareo, desmayos, fiebre superior a 38.3º C, latidos cardíacos irregulares y dificultad respiratoria se tiene que acudir de urgencia con el doctor, pues hay el riesgo de tener problemas con la presión.

¿Cuáles son las causas por las que se sufre de una presión baja o alta?

Antes de explicar las causas de padecer hipertensión o hipotensión, es bueno saber que la hipertensión es el aumento de la presión arterial, ya sea de la sistólica o de la diastólica.

Ésta, junto con la hipercolesterolemia y el tabaquismo, es uno de los tres factores de riesgo cardiovascular más importantes y modificables. Es una enfermedad silenciosa, en sus primeros estados.

La doctora Adolfina Gutiérrez comenta que el riesgo de padecer hipertensión es mayor en los varones, en tanto que en las mujeres hay más peligro después de los 55 años; esto se debe a que los vasos sanguíneos se debilitan con los años y pierden su elasticidad.

El estrés en niveles altos es otro de los “motivos” de la hipertensión arterial. Según algunos estudios, la ira, la hostilidad y otras características de la personalidad contribuyen a la hipertensión, pero los resultados no han sido siempre uniformes.

Otros factores que “ayudan” a la persona a sufrir hipertensión son: si sufre sobrepeso u obesidad; fumar (el cigarrillo daña los vasos sanguíneos); utilizar anticonceptivos orales; llevar una alimentación alta en grasas saturadas o una alta en sodio (sal); beber más de una cantidad moderada de alcohol; ser una persona físicamente inactiva y ser diabético.

Puede que usted no cumpla con ninguna de las características anteriores, sin embargo su presión arterial puede aumentar en cualquier momento si hace mucho esfuerzo físico, si se traslada a un lugar de clima diferente, si se enfrenta a emociones fuertes como el dolor y el miedo, e incluso si está sujeto a tensiones psíquicas (conducción de automóviles, hablar en público, discusiones enérgicas, ruidos, etc.)

¿Y los daños? Cuando la persona es hipertensa y no ha logrado ser controlada, se presenta un daño orgánico grave o progresivo, que se puede manifestar como lesión de la retina (hemorragias, exudados, edema de papila). Alteraciones cardíacas (edema pulmonar, isquemia miocárdica o infarto) y alteraciones del SNC (cefalea, alteraciones de la conciencia, convulsiones, coma) o alteraciones renales (hematuria, aumento de la creatinina).

Para evitar el riesgo de una lesión permanente o muerte, en estas situaciones se debe reducir la presión arterial en una hora como máximo.

Hipotensión

Aunque menos común que la hipertensión, la hipotensión (presión baja), también afecta a mucha gente. Como ya lo habíamos mencionado, esta ocurre porque la presión arterial durante y después de cada latido cardíaco es mucho más baja de lo usual, lo cual significa que el corazón, el cerebro y otras partes del cuerpo no reciben suficiente sangre.

Hay tres tipos principales de hipotensión arterial: La hipotensión ortostática, esa es producida por un cambio súbito en la posición del cuerpo, generalmente al pasar de estar acostado a estar parado, y usualmente dura sólo unos pocos segundos o minutos. Si este tipo de hipotensión ocurre después de comer, se denomina hipotensión ortostática postprandial y afecta más comúnmente a los adultos mayores, a aquellos con presión arterial alta y personas con mal de Parkinson.

La hipotensión mediada neuralmente afecta con más frecuencia a adultos jóvenes y niños y ocurre cuando una persona ha estado de pie por mucho tiempo. Los niños generalmente superan este tipo de hipotensión con el tiempo.

La presión arterial baja comúnmente es causada por fármacos como alcohol, ansiolíticos, ciertos antidepresivos, diuréticos, medicamentos para el corazón, medicamentos utilizados para cirugía y analgésicos.

Otras causas de presión arterial baja incluyen la Diabetes avanzada, Anafilaxia (respuesta alérgica potencialmente mortal), cambios en el ritmo cardíaco (arritmias), deshidratación, insuficiencia cardíaca y shock (ocasionado por infección grave, accidente cerebrovascular, anafilaxia, ataque cardíaco o trauma mayor).

A diferencia de la hipertensión, los daños en las personas que padecen hipotensión son por las lesiones que se pueden sufrir al momento de la caída causada por un desmayo o tener convulsiones.

La doctora Erika Patricia Sánchez Sánchez señala que los médicos más capacitados para atender problemas de la presión, son en primera instancia el familiar, pero se trata de preferencia con especialistas como el médico internista. Ya cuando existe alguna complicación severa cardiaca el control se lleva en conjunto con un cardiólogo.

No es “presión”, pero si quiere mantener siempre el equilibrio en su presión arterial debe comer sanamente y hacer ejercicio todos los días, más vale prevenir, ¿no cree?

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