Pérdidas. Productores claman apoyo al Gobierno para que regule la situación del 'coyotaje'.
En más de 30 años de dedicarse al cultivo de melón, Francisco González Rocha dice que la historia es la misma, grandes pérdidas por la presencia del coyotaje.
COYOTAJE... HISTÓRICO Ayer esperaba bajo la sombra de un puesto de gorditas, ubicado en "Las Meloneras", que sus más de 8 toneladas se vendieran. Ya era mediodía y aún no aparecía ningún comprador, ni siquiera los "coyotes" que se dieron el lujo de vetarlo por un acto de "rebeldía", pues un día antes organizó a un grupo de meloneros y pusieron precio a su producto, cosa que no les pareció.
Y es que son precisamente personas externas a la producción del melón quienes establecen el precio, lo que genera grandes pérdidas a los productores y ganancias a los intermediarios que son quienes, sin trabajar la tierra, se llevan una buena parte.
"Aquí llega un comprador de Michoacán o de otro estado y le pregunta (el "coyote") qué va a cargar. Ya sea melón o sandía el comprador le pregunta cómo cerró el precio un día antes. Supongamos que cerró a un peso con 20 centavos. El "coyote" le dice que se lo consigue más barato y se lleva su tajada. Muchos lo mal baratan porque se echa a perder y es así como cae el precio", explicó.
NO SE ORGANIZAN
En este aspecto histórico ya para los matamorenses, las autoridades no han hecho nada al respecto, ni tampoco los productores quienes no terminan de organizarse por ignorancia y por temor a quedarse con sus cosechas.
"Ayer (el martes) nos organizamos. Pusimos a 2 pesos el kilo y logramos venderlo a 1.50, pero los 'coyotes' querían que se los pagáramos a 90 centavos. Le hablamos a los medios para que sacaran una nota sobre la situación. Nadie de mis compañeros vino para dar la cara y hoy ya no nos juntamos. Muchos tienen miedo a quedarse con el melón. A mí, como fui uno de los organizadores, me vetaron los 'coyotes'", dijo.
En sus más de 30 años el problema del coyotaje no ha cambiado, pero sí las condiciones del campo, pues anteriormente los créditos otorgados por Banrural los ayudaban en sus cosechas. Sin embargo desde que la institución desapareció, los apoyos que han recibidos han sido insuficientes, casi nulos.
"La situación ha empeorado porque no tenemos apoyo de nadie. Cuando estaba Ban rural, pues sí nos apoyaban más, ahorita no", dijo.
González Rocha, de 69 años, dijo con tristeza que el olvido en el que se encuentra el campo lagunero, pues indicó que sabe de otros estados como Zacatecas, Sonora y Aguascalientes, en donde tanto el Gobierno Estatal como el Federal les dan apoyos, mientras que en este municipio ni si quiera han atendido el problema del coyotaje.
AYUDA INSUFICIENTE
Este año sin embargo la pérdida para los productores fue mayor con las granizadas que azolaron la región y dañaron sus cosechas. El Gobierno estatal otorgó apoyos para aminorar los daños, que aunque insuficientes, cumplieron con su función. A diferencia de éste, el Gobierno Federal no aportó ni un solo peso.
"Este año tuvimos doble gasto. Normalmente se le meten a una hectárea 40 ó 45 mil pesos. Esta vez gastamos, por la granizada, 70 mil pesos... el Gobierno Estatal nos dio media libra por hectárea y nosotros necesitamos 1 libra y media para sembrar, de fertilizante nos dieron 3 bultos, pero usamos más. No fue suficiente, pero nos dieron algo. El Gobierno Federal de plano no nos dio nada", dijo.
ESPERANZA
González Rocha sembró este año 4 hectáreas de melón, "con mucho gusto porque es lo que me gusta hacer", en tierras rentadas. De cada hectárea espera obtener 48 toneladas. Tiene a su cargo a 20 trabajadores a los que les paga 100 pesos diarios. Para el mediodía de ayer tenía tres camionetas y un camioncito de tres toneladas cargados de melón. Enfrentaba la veta de los "coyotes", quienes dijo, "lo miran a uno por encimita del hombro" y tenía que vender por lo menos 3 toneladas para sacar algo de ganancia, pues tan sólo a sus trabajadores tenía que darles 2 mil pesos y 500 pesos más serían para la gasolina. La misión se veía imposible. Aun así dijo que permanecería hasta la hora que fuera necesario para vender lo que le permitiera sobrevivir. Si no tendría que regalar su producto o tirarlo, cualquier cosa, menos malbaratarlo.
Crónicas del
FRANCISCO ROCHA
Productor de melón