Problema. La sangre de los toros que son sacrificados en cada corrida se arroja a la calle. EL SIGLO DE TORREÓN / GUADALUPE MIRANDA
Aunque desconocía que la Plaza de Toros arrojaba a la calle la sangre de los animales sacrificados, el alcalde Roberto Carmona Jáuregui se comprometió a solucionar el problema que representa para los vecinos cercanos, sin embargo dijo que los responsables no serán sancionados.
DESAGRADABLE Como se informó, las familias cercanas al lugar denunciaron que cada vez que se realizaba una corrida de toros, la sangre de los animales es arrojada a las avenidas Zaragoza y Chihuahua, la cual se mezcla con las aguas negras formando así desagradables lagunas que permanecen hasta por ocho días.
"No tenía conocimiento, le soy sincero, leí su artículo, vamos a poner orden, le puedo asegurar que no vuelve a pasar, que quede claro", recalcó el mandatario municipal.
Pese a que esta problemática tiene años, según manifestaron los vecinos cercanos, el alcalde lerdense indicó que los organizadores de las corridas no recibirán sanción alguna. "Sanción no. Pondremos orden para que no vuelva a ocurrir", señaló el edil.
