No tiene sus piernas, pero sí ganas de vivir

"La vida es dura y más en estos tiempos, pero el que quiere salir adelante lo hace y el que no, es porque ellos mismos se crean sus barreras. Es cierto que encuentras puertas cerradas para conseguir trabajo, pero si no es como empleado, hay que buscar otras formas", dice Isidoro Rodríguez Tabares, maderense de 46 años, quien a los 20 años se quedó sin sus piernas al caer de un tren.

Isidoro se transporta en un triciclo arreglado para impulsarse con sus manos. "De hecho he competido en silla de ruedas y soy campeón a nivel estatal. He ido a competencias a Mazatlán, Acapulco y Veracruz por mis propios medios, pues no he recibido apoyo del Gobierno Federal, del Estatal ni del Municipal".

 RECOGE CHATARRA

Para sobrevivir, Isidoro se dedica a juntar fierro viejo, botes de aluminio y todo lo que pueda vender y transportar en su triciclo. "En mi vehículo voy a Gómez Palacio, a Torreón y a los ranchos para juntar la chatarra y luego la vendo. A veces me gano 72 pesos, a veces más, a veces menos".

Cuando tenía 20 años, Isidoro se fue de trampa en un tren en busca de trabajo. "Iba a Acaponeta, municipio de Nayarit, al corte del mango y la guayaba, pero me caí y sufrí el accidente que me dejó sin las piernas, luego mi esposa me abandonó y se llevó a mis hijos.

"Vino una etapa muy difícil en mi vida, sin dinero, sin familia, aunque mis hermanos me han apoyado y he podido salir adelante, pero después también agarré el vicio del alcohol y me acusaron de un robo de 30 mil pesos que no cometí. Estuve en el Cereso de San Pedro como seis meses y salí absuelto", cuenta Isidoro.

"Por ahora vivo solo en un cuartito que me prestaron mis hermanos en San Esteban de Egipto y la verdad que la vida es dura y más para los que tenemos alguna discapacidad, pero hay que salir adelante. Ya metí papelería para la Tarjeta del Hogar, a ver si me apoyan aunque sea con eso", dice por último.