Con el permiso de mi muy distinguido ex alumno de la carrera de medicina veterinaria y zootecnia de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, Unidad Laguna, Fernando de la Cruz, a quien tuve la oportunidad de colaborar en su formación profesional (hace algunas décadas) hasta tener la dicha de asesorar su tesis profesional, columnista muy atinado de este prestigiado diario y especialista en la producción de cabras y a quien me honro en dedicarle esta columna, como un homenaje a su gran trayectoria profesional. Me atrevo a escribir unas consideraciones prácticas sobre la cabra y la producción de leche, que en caso necesario le pido a Fernando que me corrija (él es el experto).
La cabra es un mamífero herbívoro y rumiante (presenta al igual que los ovinos, bovinos y camélidos un estómago dividido en 4 compartimentos). De pequeña estatura y con cuernos -dependiendo de la raza- es muy ágil y traviesa.
La cabra criolla chilena nace del cruce de varias razas introducidas por los españoles en el tiempo de La Conquista.
En las décadas de los 80 y 90 se importaron varias razas europeas de cabras y han sido criadas -mayoritariamente- por su leche (usada también en la elaboración de quesos) y por la carne magra (baja en grasa).
La leche de cabra es considerada uno de los alimentos más completos para el ser humano y de importancia fundamental en la infancia hasta finalizar el proceso de desarrollo.
Desde tiempos remotos de la humanidad (cultura egipcia) la cabra y su leche aparecen acompañando al hombre en su evolución.
Tradicionalmente se ha dado a los bebés y niños que no podían tomar leche materna y no toleraban la de vaca.
Aunque en Chile y Sudamérica la comercialización -desafortunadamente- no es masiva, sí lo es en los países del Asia, África, Europa y Norteamérica. Tanto así que más del 50% de la población mundial la consume.
Actualmente existe un creciente interés por la calidad de los alimentos que se consumen y por tener una dieta cada vez más integral.
Los alimentos orgánicos y naturales forman parte de los nuevos parámetros para conseguir una mejor calidad de vida y la leche de cabra cumple con ellos.
Para muchas personas será una sorpresa revisar el detalle de los atributos, características y aplicaciones que está teniendo esta leche en la salud y sus grandes diferencias con la de vaca.
Las cualidades de le leche de cabra se pueden agrupar en tres aspectos básicos:
1.- Lactosa: Puede ser consumida por la mayoría de los intolerantes a la lactosa, debido a que contiene un 10% menos de azúcar (lactosa) que la leche de vaca y un 41% menos que la leche materna evitando así los síntomas propios de esta condición, como son: Acné, urticaria, eczema u otras erupciones cutáneas, tos, secreción y congestión nasal, meteorismo, flatulencia y diarrea.
2.- Proteína: Es hipoalergénica. Existen estudios divergentes respecto a este punto en particular. Se dice -por un lado - que se debe a sus bajos índices de componentes alergénicos y - por otro - que debido a su alta digestibilidad (sólo 20 minutos en el estómago) no llegan cantidades importantes al intestino grueso que es donde se produciría la reacción alérgica.
Los síntomas de alergia a leche bovina, son: Dolor abdominal, cólicos, meteorismo, flatulencia, diarrea, ojeras, colon irritable (mal diagnosticado en algunos adultos) (existen casos crónicos y particulares en los que no se consiguen resultados y las razones deben ser determinadas por el médico).
3.- Lípidos o Grasas: Nutre y no engorda, ya que al ser fundamentalmente acuosa, de grasa fina (diez veces más simple que la de vaca), ligera, digestible y de cadena corta, ésta no se deposita en los tejidos (cardio -saludable) evitando convertir a los niños en "potenciales" adultos con problemas de colesterol y sobrepeso. Es entera, más sabrosa y naturalmente homogeneizada (no forma nata). Ayuda a personas con afecciones respiratorias (asma) al hacer que éstas fabriquen menos mucosidad evitando así la congestión. Su consumo regular baja el colesterol y favorece la absorción de proteínas y minerales, haciéndola recomendable en casos de anemia. Es útil en los distintos tipos de úlceras (pulmón, vejiga, intestinos, riñones). Disminuye las molestias en algunos casos de psoriasis y otras afecciones de la piel en las cuales se recomienda a los pacientes restringir o disminuir el consumo de grasas.
Además: Es una de las más equilibradas, ya que contiene casi la misma proporción de Vitaminas y Minerales que la leche materna. Rica en Hidratos de Carbono y Proteínas. Por su altísimo contenido en Calcio (47% más que la leche de vaca) favorece una buena formación de huesos y previene o mitiga problemas de osteoporosis en la menopausia. Esta leche es más blanca que la de vaca debido a que la cabra transforma íntegramente el caroteno en vitamina A pura (que es incolora). Y finalmente, proporciona casi todos los aminoácidos esenciales para un buen funcionamiento del organismo.