En el devenir histórico de la humanidad se tiene registrados descubrimientos que nos fueron configurando como una especie racional, a la que autonombramos "homo sapiens"; hallazgos que vale la pena recordar para comprender a cabalidad lo que nos ha pasado como civilización: convertirnos en el "homo videns" contemporáneo y que muy atinadamente refiere Giovanni Sartori, el prestigiado sociólogo italiano.
El primer gran descubrimiento del hombre, fue sin duda el lenguaje articulado, que le permitió crear todo un universo simbólico, lleno de mitos, creencias, historias contadas de generación en generación, lo cual lo convirtió en un homo-parlante; de este universo simbólico destaca el invento de la escritura, primero rupestre y luego llena de grafemas y símbolos que le permitieron dejar una huella indeleble.
Después de la escritura nace la imprenta y con ella la posibilidad de perpetuar lo que el lenguaje hablado decía; la primera gran obra impresa (y la más leída en la historia de la humanidad) fue la biblia. Con la escritura y su consecuente lectura, se genera uno de los estadios más avanzados del hombre sapiente: el lenguaje de la palabra, que normalmente invoca más de mil imágenes.
Posteriormente surge el telégrafo, que le permitió al hombre comunicarse a distancia y evocar a las personas y a los lugares distantes. Mención importante merece el invento de la radio, que posibilitó la transmisión de lenguaje hablado, de la música y de otros géneros culturales importantes en la consolidación del homo sapiens, verbigracia las radionovelas que maravillaron a generaciones completas. Todos estos inventos tuvieron un denominador común: apuntaron siempre a la imaginación de los individuos, de tal manera que cada lector o radioescucha podía imaginar de distintas maneras un mismo evento.
Otro de los inventos humanos que vino a revolucionar la percepción de los sujetos fue el teléfono, ya que permitió la comunicación verbal en tiempo real y qué decir de los adelantos que dichos aparatos presentan en la actualidad, con posibilidades ilimitadas de interconexión.
El problema con los adelantos tecnológicos que el hombre inventó, se inicia con uno de los descubrimientos más innovadores del siglo XX: la televisión; que vino a instaurar un nuevo lenguaje: el de la imagen, que transformó la manera de ver y pensar el mundo ya que como todos sabemos, una imagen vale más que mil palabras.
Y es que, a partir de la televisión, nos enfrentamos ante una realidad indiscutible: tantas imágenes hacen parecer inútil la lecto-escritura. Y es que en la actualidad estamos ante una revolución visual, que privilegia la relación con el universo a través de la vista, que nos regresa a lo irracional, a ser homo-videns, y por lo tanto, insapiens.
En esta desculturización, la televisión juega un papel determinante, la primacía de la imagen, que privilegia lo visible sobre lo inteligible, que nos lleva a un ver sin entender, que va acabando poco a poco con el pensamiento abstracto, con las ideas claras, con el pensamiento lateral y diferenciado.
Todo lo anterior es preocupante si consideramos que a la humanidad le llevó siglos alcanzar la categoría de homo-sapiens, clasificada así por Linneo en su libro "El sistema de la naturaleza" (1758) en el que consideraba que la especie humana, fisiológicamente no posee nada que la distinga de los primates, lo que hace único al hombre, es su capacidad simbólica.
Si reconocemos que la civilización se ha desarrollado a partir de la escritura y su consecuente lectura, entonces valdría la pena valorar si mejor apagamos la televisión y "encendemos un libro", ya que, como su nombre lo indica, la televisión nos lleva a "ver de lejos", nos vuelve espectadores indefensos, bombardeados por cientos de miles de imágenes; además de que interfiere la comunicación y nos calla ante la contundencia de las mismas.
Bajo esta perspectiva, el telespectador es remitido a su condición de ser irracional, ya que las cosas representadas por imágenes atraen más que las que pueden ser leídas o incluso expresadas con palabras, con lo que se pierde la capacidad simbólica del homo- sapiens.
Todo progreso tecnológico, desde el momento de su aparición, es normalmente temido y rechazado, ya que como cualquier innovación, interfiere y cambia el orden establecido; cabe recordar que el invento más protestado históricamente, fue la máquina industrial, por creer que sustituía al hombre. Hasta la llegada de la televisión, a mediados del siglo pasado, los avances tecnológicos habían suscitado temores importantes, a diferencia de este aparentemente inofensivo aparato, que permitió ver todo con el mínimo esfuerzo, donde lo visible nos llega a domicilio, prácticamente gratis y eventualmente, desde cualquier lugar del mundo.
Mención aparte, merece el progreso tecnológico de la "edad cibernética" (Norbert Wiener, 1948) en la que se pronostica que la televisión será desbancada por el ordenador, y es que estamos ingresando en la edad multimedia, que no sólo unifica la palabra, el sonido y las imágenes, sino que además introduce realidades simuladas, es decir, las realidades virtuales.
Como podemos darnos cuenta, la escuela tiene un enemigo omnipresente al que hay que vencer para conservar nuestra condición de homo-sapiens, rescatando sobre todo, la lectura, la escritura, el análisis, la reflexión y la comunicación.
Agradezco sus
Comentarios a:
Rolexmix@hotmail.com
