A pesar de que algunos estados han simplificado los trámites para la conformación de un negocio, la presencia del notario eleva los costos y alarga plazos.
En el caso de la apertura de una empresa, el notario tiene como función verificar que se ha cumplido con los requisitos del algunos trámites, por ejemplo, que los socios son quienes dicen ser o delimitar la participación de extranjeros, entre otros.
Pero estos servicios son considerados caros.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), los trámites ante notario son los que generan más costos al momento de abrir una empresa y van de 5 mil 500 a 13 mil pesos. Aunque se han hecho esfuerzos para que el registro de una empresa se tramite en cuestión de horas, como sucede con el portal Tuempresa.gob.mx, sigue siendo obligatoria la presencia física del emprendedor ante el notario o, de lo contrario, el negocio no se constituye formalmente. De los 4 mil notarios en el país, actualmente están inscritos 440 a ese portal, esto es que tienen habilitado el programa para poder dar fe de la constitución de un negocio vía Internet, pero cuando el interesado llega a esa parte del registro, debe escoger a un fedatario y acudir directamente para validar la apertura.
Existe además el Registro Inmediato de Empresas, impulsado también por la Secretaría de Economía, que busca agilizar los trámites, pero está diseñado para ser llenado sólo por notarios públicos.
