Nube de alivio

El tiempo de frío comenzó y con él los catarros o gripes, o lo que es peor, cuadros de infección en el sistema respiratorio que requieren que los pacientes (sobre todo niños) ingieran diversos medicamentos y además, se sometan a las llamadas nebulizaciones.

Para muchas mamás esto ya es cosa de todos los días, para otras es una novedad, pero ¿qué es una nebulización?

Fácil. La Nebulización es un procedimiento médico que consiste en la administración de un fármaco mediante vaporización a través de la vía respiratoria. La sustancia a ser administrada se combina con un medio líquido, frecuentemente solución salina, para luego con la ayuda de un gas, generalmente oxígeno crear un vapor que pueda ser inhalado por el paciente.

Los pediatras indican nebulizar a un niño cuando necesita suministrar medicación que llegue directamente a los bronquios y esto se logra por medio de un nebulizador ya que el aparato produce vapor de agua gracias a un motor que hace pasar líquido a gran velocidad a través de una pipeta, produciendo entonces una “nube” de pequeñas gotitas que son arrastradas por el aire y entra a las vías respiratorias alcanzando los bronquios.

“También se llaman micronebulizaciones porque salen partículas muy pequeñitas y la finalidad es que el paciente inhale el compuesto para que entre hasta lo más profundo del sistema respiratorio y empiece a dilatar, además de diluir las secreciones, incluso, las nebulizaciones sirven para quitar contracturas”, indicó la doctora María Elena Amaya Reyes, especialista en medicina familiar.

Algunas veces los virus respiratorios afectan los bronquiolos de los bebés y hacen que se cierren. El bebé entonces respira agitado y tiene dificultades para alimentarse y dormir. El aire que pasa por los bronquios produce un ruido especial que los doctores pueden escuchar con el estetoscopio y que se debe a una disminución del diámetro de las vías respiratorias. Lo denominan “bronquiolitis”. Esto también puede ocurrir en los niños alérgicos y en los asmáticos y entonces, se denomina “broncoespasmo”.

Para cualquiera de las dos situaciones los pediatras indican nebulizar al niño con una medicación que “abra” los bronquios o “broncodilatadora”. Esto permite que el bebé respire mejor, pausado y sin esfuerzo. El broncodilatador más utilizado es el salbutamol, y puede tener diferentes nombres y formulaciones comerciales. Viene en gotas para nebulizar y la dosis habitual es de media a una gota por kilo de peso corporal diluida en 3 ml de solución fisiológica, dependiendo de la gravedad del cuadro. Esta medicación puede ser administrada también mediante aerosoles a través de un tubo plástico con una mascarilla en uno de los extremos, denominado “aerocámara”. Tanto la frecuencia como la dosis del tratamiento estará determinada por el pediatra según la gravedad del cuadro clínico.

Es recomendable que la persona se “autorecete” nebulizaciones, aunque sea sólo con solución fisiológica?

No está bien que uno se la ponga. También puede haber problema de que si se usan con demasiada frecuencia las nebulizaciones puede “ayudar” a que se estanque el problema que tengas. Si el niño tiene moco, y se las pones para que arroje las flemas, pues ya trae secreción líquida y nosotros le estamos metiendo líquido inhalado y se llegan a “encharcar más los pulmones”, por eso son los horarios. Además no se receta en cualquier caso, sólo cuando el cuadro de infección respiratoria lo requiera.

La doctora recomendó a los padres de familia que inmediatamente que su hijo presente una gripa o lo que creen es un simple catarro, lo lleven a revisión, pues la mayoría de las personas suelen hacerlo hasta 3 o 4 días después, ya cuando el cuadro respiratorio está muy complicado, y lo que es peor, pone en riesgo la vida del pequeño.

Recomendaciones para nebulizar a un niño

Si tu pediatra indica administrar salbutamol en gotas para nebulizar, debes respetar la dosis indicada y la frecuencia de la misma.

- Completar la nebulización hasta que se finalice la solución fisiológica por completo. Si utilizamos un nebulizador ultrasónico puede ocurrir que quede solución en el interior de recipiente, por lo que no son los más recomendados.

- Los efectos adversos que pueden ocurrir con la nebulización son la taquicardia (aumento de los latidos cardíacos por minuto), temblores o inquietud… todos son transitorios y desaparecen por completo a los pocos minutos de administrada la medicación.

- Conviene nebulizar al bebé antes de alimentarlo y antes de que se duerma para que se alimente y duerma mejor.

-Existen dos tipos de nebulizadores: el jet y el ultrasónico.

-Según la especialista, las nebulizaciones se recomiendan en pacientes que sufren bronquiolitis, bronquitis, asma, alergias, incluso se usan nebulizaciones simples (con pura solución fisiológica) para sacar secreción sin que haya un broncoespasmo… siempre tiene que ser indicada por el médico.