En análisis. Los bancos muestran un balance negativo y problemáticas de operación.
La mayoría de los bancos de la llamada "tercera generación" o de reciente creación enfrenta problemas para salir a flote y ser rentables.
Por lo menos en los últimos cinco trimestres algunos intermediarios que se aprobaron en los últimos meses del sexenio de Vicente Fox, reportan números rojos en su balance.
Además, hay entidades que enfrentan un grave problema con el aumento de la cartera vencida, sobre todo en el caso de bancos que se concentraron en el segmento de consumo.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) al cierre del trimestre, el índice de morosidad de la cartera total del sistema se ubicó en 2.49%.
Pero en algunas instituciones de reciente creación, la morosidad es cinco veces la del promedio en el sistema bancario nacional.
Por ejemplo, en Bancoppel este indicador llegó a 17%, seguido por Banco Fácil con 15.6%, Banco Ahorro Famsa con 11%, American Express con 8% y Banco Amigo con 7%.
PÉRDIDAS FINANCIERAS
A diferencia de lo que ocurre con las instituciones de mayor tamaño, las entidades de reciente creación que reportaron pérdidas fueron: Banco Walmart con 361 millones de pesos; Bancoppel con 116 millones de pesos; Barclays con 90 millones de pesos; Banco Amigo y The Royal Bank of Scotland con 52 millones, respectivamente.
También operaron con números rojos instituciones como UBS con 20.2 millones de pesos en pérdidas; banco Fácil con 2.2 millones de pesos menos, Autofin con 22.1 millones de pesos y Volkswagen Bank con 42 millones de pesos.
Banco Fácil, de la cadena Chedraui, en los último trimestres reportó una caída de sus activos totales, al pasar de 470 millones de pesos en septiembre de 2009 a 240 millones de pesos en el mismo mes de 2010.
AÑO DE AUTORIZACIONES
En noviembre de 2006, la Secretaría de Hacienda autorizó la operación del Banco Comercial del Noreste; Banco Fácil; Bancoppel; Banco Walmart de México, Adelante y Prudential Bank.
En ese entonces, Hacienda argumentó que el ingreso de nuevos intermediarios favorecería a la competencia, además de que las instituciones orientarían su oferta a segmentos del mercado desatendidos.
Después de la crisis de 1995, se cerraron las licencias para operar nuevos bancos y en la administración del presidente Vicente Fox se detonó el apetito por crear nuevas instituciones.
En la administración de Vicente Fox se aprobaron a 13 intermediarios.
En un análisis Banco de México destacó que la desaceleración de la actividad económica tuvo mayor impacto en los bancos con carteras de crédito que se concentraron en el segmento de consumo, debido a que la posición de liquidez de instituciones medianas y pequeñas dependen más del financiamiento de mercado y tienen depósitos menos estables en comparación a otros bancos de mayor tamaño.
