Drama. A fuera de la casa de su madre, María Concepción y sus hijos esperan la parte que les va a tocar de unas latas de comida y otros alimentos que le regalaron a ella y a su vecina.
Cuando el techo comenzó a tronar, supo que era momento de abandonar su casa. El río estaba muy crecido y no paraba de llover, sabía que de todos modos la tendría que dejar, lo que no pensó es que al regresar solo encontraría un montón de escombros. El río Sabinas arrasó con ella.
Concepción Ramírez Medina, de 26 años, es madre de 5 hijos, el menor de ellos tiene 8 meses de edad y el mayor 10 años. No tiene pareja. Sobrevive de la venta de comida en un puesto que tiene cerca de la Central de autobuses.
El sábado 3 de julio salió cuando escuchó que el techo crujía. Se fue a refugiar a la casa de su madre ubicada en el centro de Sabinas, iba huyendo del agua y sin embargo, hasta allá la alcanzó.
Los vecinos de la ribera del Río Sabinas, en donde vivía Concepción, fueron evacuados días antes de la llegada de la creciente. Muchos incrédulos al final aceptaron salir de sus casas, pues según cuentan desde 1922 el río no había desafiado sus límites.
"En 1922, dicen que el agua llegó hasta la plaza, pero esta vez la pasó, llegó a las colonias más alejadas", dijo.
El agua del Sabinas comenzó a desbordarse el lunes 5, por la madrugada, ese día, fue la locura. "Nunca había vivido una tragedia así fue algo espantoso, fue un caos, la gente estaba muy asustada gritando porque veía como se metía el agua a sus casas, pensábamos que nos íbamos a morir ahogados... esa noche no dormimos nos salimos de la casa con los niños y nos fuimos a un albergue", contó la joven madre mientras ayudaba a su mamá y a una vecina a racionar unas latas de frijoles, atún, sopa y otros alimentos que les habían regalado.
Pasado el miedo, llegó la cruda realidad, la devastación.
"Había agua por toda partes, adentro de las casas en las calles, en fin por todos lados. Cuando tuve chance de ir a mi casa estaba destruida. El río acabó con ella. Perdí todo no saqué ni si quiera los papales, no saqué nada", dijo.
Así como Concepción, más de 800 personas en sabinas perdieron su casa. En el estado se contabilizaron casi 2 mil casas destruidas por el desbordamiento del Sabinas y otros ríos por las lluvias del huracán Alex. Para los sabinenses esta ha sido la peor tragedia de su historia.
Actualmente se trabaja en la reconstrucción de las principales vías carreteras que quedaron dañadas y que mantienen incomunicado a este municipio y otros más. La gente trabaja en la limpieza de sus hogares y el Gobierno del Estado ya anunció la construcción de más de mil viviendas para reubicar a los vecinos del río, pues se prevén más tormentas tropicales. Sin embargo para que los sabinenes puedan recuperar su vida normal, todavía falta mucho.
Con todo y el mal panorama en voz de María Concepción y de muchos sabinenes lo más importante lo concervan, la vida suya y la de sus seres queridos.
"Gracias a Dios estamos con vida, sabemos que las cosas materiales van y vienen y mientras estemos de pie tenemos que salir adelante", finalizó.
CONCEPCIÓN RAMÍREZ
Damnificada de Sabinas
Más de 2 mil funcionarios están en zona de desastre
El 70 por ciento del Gabinete estatal está concentrado en la región carbonífera de Nueva Rosita y Sabinas haciendo las labores necesarias para contribuir con su trabajo a que la región recupere su actividad normal, pese a esto, autoridades negaron que se esté descuidando su trabajo.
David Aguillón, coordinador de Comunicación Social del estado, informó que más de 2 mil funcionarios, entre secretarios, directores de organismos y subsecretarios se encuentran en la región más afectada por las lluvias de "Alex" por instrucciones del gobernador Humberto Moreira.
Informó que además de la mayoría del gabinete también están concentrados directores de organismos y subsecretarios en estos municipios que en conjunto suman más de dos mil funcionarios y que una vez que se restablezcan las vías de comunicación y se resuelvan los principales problemas, regresaran de manera paulatina a la capital del estado.