El presidente Barack Obama dijo el miércoles que tal vez su "mayor decepción" fue que el Senado no aprobó un proyecto de ley que busca legalizar a jóvenes traídos cuando niños a Estados Unidos por sus padres indocumentados.
En una conferencia de prensa justo antes de comenzar sus vacaciones navideñas, el mandatario dijo que estos jóvenes crecen como cualquier otro en Estados Unidos, sólo para hallar que están bajo una "sombra de miedo" pese a no haber cometido falta alguna.
"Como mínimo deberíamos poder aprobar el DREAM Act", dijo el presidente , refiréndose al nombre por el que se conoce al proyecto de ley. Obama también tiene en mente alcanzar una reforma migratoria más amplia posteriormente.
La cámara baja aprobó la medida a comienzos de mes, pero en el Senado sólo hubo 55 de los 60 votos necesarios para su aprobación el sábado pasado. Tres republicanos, dos independientes y 50 demócratas votaron a favor, mientras que 36 republicanos y cinco demócratas sufragaron en contra. Cuatro senadores se abstuvieron.
El proyecto de ley contempla que algunos jóvenes nacidos en el extranjero se puedan convertir en residentes legales del país después de pasar dos años en la universidad o en las fuerzas armadas.
La medida se aplicaría a inmigrantes que tenían menos de 16 años al ingresar a Estados Unidos, hayan vivido en el país al menos cinco años y tengan un diploma de alguna secundaria estadounidense o su equivalente.
Obama señaló que los republicanos tal vez se hayan resisitido a aprobar el proyecto debido a toda la controversia política que gira en torno al tema, pero agregó que permanece comprometido a ver reformas migratorias y que su gobierno ya ha logrado más que cualquier otro en seguridad fronteriza.
"Creo que es absolutamente apropiado que el pueblo estadounidense espere que no tengamos fronteras porosas. Pero también creo en estos niños y quiero ser justo con ellos. Creo que el país también querrá ser justo con ellos", dijo Obama.