De gira. El presidente del Senado, Carlos Navarrete, durante su participación en la Tercera Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamentos. EL UNIVERSAL
Siete países latinoamericanos se unieron a México para acudir a los tribunales en Estados Unidos y apoyar una demanda civil contra la nueva Ley migratoria de Arizona.
Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Paraguay y Perú presentaron mociones independientes, aunque muy similares en su contenido, para apoyar el argumento legal de México que respalda la demanda interpuesta por grupos en pro de los derechos civiles a nivel federal y otras organizaciones de activistas.
Un juez federal recibió formalmente la demanda de México el 1 de julio, pero no se pronunció de forma inmediata sobre las otras mociones, presentadas la semana pasada.
México afirma que busca defender los derechos de sus ciudadanos y que la Ley podría derivar en arrestos en base a las características raciales de los inmigrantes, así como obstaculizar el turismo y el comercio.
Otro de los puntos que argumenta es que la legislación podría ser negativa para las operaciones contra el tráfico de drogas y la violencia relacionada con este delito.
El Gobierno de Paraguay anunció su apoyo a México en su postura contra la Ley migratoria SB 1070 de Arizona por considerarla "altamente discriminatoria" y "violatoria de los derechos humanos", informó una fuente de la cancillería.
Un funcionario de la dependencia dijo que el Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de la embajada paraguaya en Estados Unidos, efectuará en Washington la presentación formal del apoyo del Gobierno de Fernando Lugo a la posición mexicana.
Según el portavoz, la posición de Paraguay se suma al apoyo otorgado por otras naciones latinoamericanas a la iniciativa de México, que ha interpuesto un recurso con el objeto de que la normativa sea declarada inconstitucional por la justicia estadounidense.
Ayer Carlos Navarrete, presidente del Senado, pidió a los líderes que participan en la Tercera Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamento, respaldar de manera pública el rechazo de México a la Ley SB 1070, también conocida como Ley Arizona, con la que se pretende criminalizar a la migración en esa región de Estados Unidos.
Durante su participación en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Ginebra, Suiza, el coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara Alta denunció que se trata de una Ley racista que incluso fue impugnada ante la Corte por el presidente estadounidense, Barak Obama, con la intención de suspender su aplicación.