Fueron ustedes, Alberta y Teresa, las que estuvieron secuestradas, afirmó el sacerdote Gregorio Reyes Velasco, quien ofició la misa de Acción de Gracia que familiares y amigos de ambas realizaron, luego de que obtuvieran su libertad.
Fueron ustedes, Alberta y Teresa, las que estuvieron secuestradas, afirmó el sacerdote Gregorio Reyes Velasco, quien ofició la misa de Acción de Gracia que familiares y amigos de ambas realizaron, luego de que obtuvieran su libertad.
El oficiante de la parroquia de Santiago Apóstol –ubicada en la comunidad de Santiago Mezquititlán- pidió que a las dos mujeres “no les echen la culpa” de un delito que no cometieron.
“Prácticamente ustedes fueron las que estuvieron secuestradas todo este tiempo; que no les echen la culpa”, dijo en su sermón, ante unas 50 personas, la mayoría familiares de Alberta Alcántara Juan y de Teresa González Cornelio.
Después de la celebración eucarística, Alberta rechazó que hubiera tenido droga el día en que la detuvieron; “ni siquiera la conozco”, dijo, en respuesta a la declaración efectuada un día antes por la delegada en Querétaro de la Procuraduría General de la República (PGR), Norma Patricia Valdés Arguelles.
La funcionaria afirmó que Alberta tenía cuatro grapas de cocaína el día de los hechos, el 26 de marzo del 2006.
“Yo ni tenía droga, ni nada, ni siquiera la conozco”, comentó Alberta.
Antes, en su homilía, Gregorio Reyes lamentó que México “estemos viviendo desgraciadamente, la inseguridad. Y muchos hemos sentido las grandes injusticias, peor aún, pero hay un gran juez que no se va a cansar hasta el último momento”.
Por eso es que les pidió que agradezcan a Dios de que ya están en la familia, ya están en la comunidad.
Alberta y Teresa llegaron a su casa, en Santiago Mezquititlán la noche de ayer miércoles. Por la mañana de este jueves asistieron a la misa de Acción de Gracias y por la tarde, confirmaron, realizan una comida con todos sus parientes y amistades.
La parroquia en donde se ofició la misa se encuentra ubicada a unos 100 metros de distancia de la zona en donde se instala semanalmente el tianguis en donde hace casi cuatro años, fueron detenidas.
“Agradecemos a toda la gente que nos ayudó y a los medios de comunicación”, dijeron, Alberta y Teresa, a las que se les acusó de haber secuestrado a seis elementos de la desaparecida Agencia Federal de Investigaciones, sin que se confirmara su culpabilidad.
Además, a Alberta se le acusó de delitos contra la salud, lo que tampoco fue probado.