Ayer se realizó la presentación oficial de Rodrigo Íñigo y el uruguayo Nicolás Olivera como refuerzos de las Águilas para el Clausura 2011. Olivera se defiende de las críticas tras su fichaje
México, DF.- Sus historias en el balompié no tendrían similitud alguna, de no ser porque llegar al América les representa lo mismo: volver a un club siempre obligado a ser campeón.
Nicolás Olivera y Rodrigo Íñigo son los refuerzos de las Águilas de cara al Clausura 2011 y la Copa Libertadores. El uruguayo por fin da el salto que buscaba desde que debutó en el futbol mexicano, hace cuatro años; el central vuelve a casa, tras dos certámenes en el Querétaro.
Contrataciones cuestionadas, en especial la del charrúa, quien de inmediato ofrece argumentos para el fichaje. Presume su paso por España, donde militó en el Valencia, Sevilla, Valladolid y Córdoba.
"Mi participación en todos los lugares en los que he estado ha sido muy buena.
Simplemente, el conocimiento de mucha gente -especialmente americanista- [acerca] de mi andar en el futbol europeo, en la selección, no es mucho", considera. "En los equipos que he estado, especialmente en México, me he sentido muy bien, siendo profesional al 100% y siempre buscando estar en uno como este".
"Entiendo un poco esa manera de pensar de la gente [el escepticismo], pero con victorias, juego y especialmente goles, se va a identificar conmigo".
Relacionado con la clase dentro del lienzo verde, pero también con indisciplinas y hasta cierta displicencia para jugar, el atacante asegura que no existen motivos para etiquetarlo como un jugador conflictivo.