Algunos policías resguardan a los aficionados dentro del Estadio Corona en el Territorio Santos Modelo. (Ramón Sotomayor)
Por enésima ocasión en el año, el operativo vial rumbo al Territorio Santos Modelo (TSM) fracasó, desquiciando a cientos de automovilistas, que fueron a disfrutar de la cuarta victoria consecutiva de los Guerreros, en el arranque del Apertura 2010.
Los agentes de vialidad del municipio de Torreón, elementos operativos y de la Policía Estatal, buscan desfogar el tráfico, apenas una hora antes del comienzo del partido, en cruceros saturados debido a las diferentes obras que se realizan.
Tanto la carretera con destino a La Unión, la Autopista Torreón-San Pedro y la antigua carretera a San Pedro de las Colonias, presentaron una carga vehicular muy pesada, con pequeños choques, sobre todo por alcance.
Por la antigua carretera, desde el Puente El Campesino hasta el nuevo Estadio Corona, el recorrido fue de 50 minutos, a vuelta de rueda, cuando el traslado en un día normal, dura alrededor de siete minutos.
Los 34 grados centígrados que se presentaban a las seis de la tarde, obligó a varios copilotos a descender de sus vehículos, para ir a su cajuela y refrescarse con cervezas "muertas" que se encontraban dentro de una hieleras.
Pero no todo era felicidad, ya que la reducción de tres a dos carriles a la altura de San Agustín, presentaba un "cuello de botella", por lo que varios automóviles optaron por tomar el acotamiento o de plano, el camellón.
Los accesos a los diferentes estacionamientos oficiales y "no oficiales" del TSM, simplemente no se daban abasto, en recibir a carros llenos de seguidores santistas. 65 minutos antes del silbatazo inicial, cayó un torrencial aguacero, que causó estragos severos en los alrededores del inmueble.
En los cuatro accesos del Corona, la gente se arremolinaba para entrar y encontrar rápido su lugar. Varias localidades se agotaron, por lo que la reventa en menor grado, apareció y varios hicieron su agosto en este mes.
Ya iniciado el partido, el público enmudeció con el dominio chiapaneco, echando a la basura los pronósticos de goles tempraneros y una victoria abultada. Pero no fue solo eso, sino que además, recibieron un baño de lluvia lagunera, un tremendo terregal que hizo descender la temperatura y el ánimo con el que habían llegado.
El ánimo no cesó, pero el espectáculo no fue el esperado, ante la gran entrada registrada para ver al superlíder de la competencia, que a secas cumplió con el compromiso, rescatando el triunfo y sacrificando las emociones en la tribuna.
