Dwight Howard, del Magic de Orlando, encesta ante la defensa de Rajon Rondo, de Celtics, ayer por la noche.
Orlando, FL.- El Magic de Orlando demostró que aún no está listo para irse a casa y prefiere volver a Boston.
En un paso adicional encaminado hacia una improbable remontada de lo que fue una desventaja de 3-0, Dwight Howard tuvo 21 puntos y capturó 10 rebotes para conducir al Magic ayer a propinar una paliza de 113-92 a los Celtics, en el quinto partido de la serie final por el campeonato de la Conferencia Este.
Una serie que aparentemente iba a desembocar en una fácil barrida ahora tiene a los Celtics con una ligera ventaja de 3-2 antes del sexto partido el viernes en Boston, en el cual seguramente ambos equipos se sentirán muy presionados.
Los Celtics enfrentan la posibilidad de jugarlo sin Kendrick Perkins después de que el pivote titular de Boston se llevó su séptima falta técnica en los playoffs, lo cual conlleva una suspensión obligatoria a menos que la liga la revoque.
Si fuera necesario disputar un séptimo partido, éste sería en Orlando. Ningún equipo de la NBA hasta ahora ha logrado ganar una serie tras perder los primeros tres encuentros, y de los 93 equipos que han caído en un hoyo de 0-3, sólo tres han logrado forzar la serie a un séptimo encuentro.
El Magic, que parecía exánime tras recibir una paliza en el tercer juego, repentinamente tiene esperanzas de ganar.
Logró salir de su bache ofensivo en la serie, al meter en el partido de ayer, 13 triples en 25 intentos.
"Todos creemos, simplemente", dijo el escolta Jameer Nelson. "Todos creemos. Sabemos que podemos hacerlo, un partido a la vez".
Nelson anotó 24 puntos y J.J. Redick agregó 14 para ayudar al Magic a adquirir un ritmo frenético que los Celtics no pudieron mantener.
Howard añadió cinco bloqueos a medida que Orlando acumulaba una ventaja temprana de 14 unidades que nunca se vio seriamente amenazada.
Rasheed Wallace tuvo 21 puntos y Ray Allen aportó 19 para Boston, que antes parecía avanzar sin escalas rumbo a otra final de la NBA.
¿Y ahora? Los Celtics están sorprendidos y aturdidos.
El codo de Howard cayó sobre el rostro de Glen Davis cerca de la canasta en el tercer periodo, provocándole al delantero de los Celtics una conmoción cerebral.
Davis intentó levantarse al tiempo que el juego continuaba en el aro del otro extremo, bamboleándose mientras se dirigía a la media cancha, y casi cayó de bruces contra el piso, pero el árbitro Joey Crawford logró detenerlo.
Davis no regresó al juego y hasta el momento no se había anunciado si estará en el sexto encuentro de la serie. Los Celtics siguieron desmoronándose, incapaces otra vez de propinar el golpe decisivo.
LAKERS BUSCAN RESPUESTAS
La ofensiva dinámica de los Lakers se ha convertido en estática después de sufrir derrotas consecutivas en la serie fina de la Conferencia Oeste de la NBA.
Después de salir de Los Ángeles la semana pasada con gritos de "Queremos a Boston" y con un par de victorias de ventaja, Pau Gasol y Kobe Bryant se dieron cuenta que no podrán siquiera defender su campeonato a menos que Los Ángeles venza finalmente a los Soles de Phoenix.
Además, aunque Gasol afirmó que el quinto partido de la serie, programado para hoy por la noche es "una obligación de ganarlo para nosotros", la tranquilidad del equipo californiano comienza a resquebrajarse luego que Bryant criticara a sus compañeros por haber perdido algunas labores defensivas.
Sin embargo, después de sobrevivir a un problema casi idéntico en las finales de la conferencia del año pasado ante los Nuggets de Denver, los Lakers salieron con la confianza de que podrán sobreponerse a cualquier tipo de circunstancia, hasta disputar una serie a ganar dos de un máximo de tres partidos ante un equipo que ha mejorado, que encesta buenos tiros y que tienen una gran confianza en sí mismos.
"No existe ninguna duda en lo absoluto que nos encanta esto", dijo ayer el entrenador de los Lakers, Phil Jackson, y no parece ser un entrenador que estuviera planeando llenar sus hojas de retiro el mes próximo.