Con motivo de la información positiva relacionada con los Estados Unidos, me parece importante resaltar que efectivamente los índices de recuperación en algunos sectores de la economía, muestran sin lugar a dudas buenos indicios de lo mencionado en primer término; el crecimiento del 3.2% del PIB, un aumento del 7% en el gasto minoritario y también un positivo resultado en la venta de automóviles usados, hace predecir que el consumidor aparentemente tiene cierta percepción de que el riesgo mayor ha pasado.
La semana próxima (este artículo lo escribo el domingo) se darán a conocer resultados, que son muy importantes para visualizar el crecimiento sostenible durante lo que resta del año: En el sector inmobiliario conoceremos, cómo se ha comportado el Mercado de casas usadas y además el índice del empleo. No debemos olvidar que a pesar del crecimiento del país vecino, a la fecha del 3.2% es favorable y muestra vías de recuperación, pero aún se está lejos de que se tenga una economía robusta y por lo tanto como hemos anotado en ocasiones anteriores, dicho crecimiento será muy lento. El desempleo es sumamente alto 9%, lo cual significa riesgos que aún no han sido superados.
El desempleo es un indicador contundente que marca la pauta en el crecimiento de un país, los Bancos Centrales de cualquier parte del mundo para marcar la política monetaria analizan diversos indicadores, pero uno de los más representativos sin duda alguna, es el comportamiento en la dinámica del empleo, esto quizá es la razón por la que la Reserva Federal mantiene las expectativas estables en la tasa de interés y muy probablemente hasta el último trimestre del presente año, pudiera haber cambios en la misma; el dólar se ha fortalecido nuevamente ante la crisis Europea.
Dicha crisis como ya sabemos, ha sido causada primero por Grecia, le siguió en menor relevancia Portugal, pero ahora mantiene los focos rojos en España ya que su repercusión también inyecta incertidumbre a los Mercados Europeos. Tal vez lo más significativo es precisamente la interrelación entre las economías mundiales y la transmisión tanto de efectos positivos como nocivos; por ello la importancia de las alteraciones en los Mercados Financieros Europeos y la fortaleza que adquirió el dólar es síntoma claro del perfil del inversionista, como sucedió en la crisis del año pasado, en donde ante la aversión al riesgo, provocó el refugio de los capitales en la alternativa de inversión relativamente más fuerte y segura, principalmente en dólares o metales y otros commodities.
Es lo que está sucediendo actualmente en los momentos actuales, la diferencia es que también este aspecto positivo alcanza a algunas economías emergentes, como es el caso de Brasil y México, por ello la fortaleza de nuestra moneda y la acertada aplicación de medidas como la acumulación de reservas, lo que permite a nuestro país mayor tranquilidad en sostener la tasa de interés de referencia.
Sin embargo, no debemos olvidar que independientemente de observar el comportamiento de la inflación, también es cierto que tenemos grandes debilidades, como para sentirnos confiados como al parecer lo hace aparentar el Gobierno; precisamente mantenemos un altísimo desempleo, la brecha social continúa ampliándose y no se ve un crecimiento interno y diversificación en otros mercados, la inversión extranjera en capital fijo, es reducida y nuevamente la entrada de dichos capitales siguen siendo "golondrinos", por lo que siempre estamos dependiendo de lo que pase en el entorno externo.
Por lo tanto, el seguimiento, información y análisis de la economía mundial, debe de ser algo común en la vida económica, no solamente para los especialistas y grandes empresas, sino también para la mayoría de la población.