Bueno, en verdad siempre he estado enamorado de ti, sólo que últimamente estaba un poco asustado al ver tu situación, que sé que tú no tienes la culpa, pero me dio temor saberte asediada y por supuesto también muy asustada, pero pensé, si no te defiendo yo como tu amado, ¿entonces quien? Sí, yo tengo que dar la cara por ti y no permitir que unos cuantos te hagan daño, a ti que siempre me has dado tu amor (así como una madre cuida de su hijo) y sobre todo un lugar hermoso donde vivir, recordando esto... Otra vez me enamoré de ti preciosa Comarca Lagunera. Y es que nuestra tierra es y seguirá siendo hermosa, somos un solo pueblo, con una cultura rica y hermosa con valores e historia, yo nací en Gómez Palacio, vivo en Lerdo y trabajo en Torreón, podrán comentar algunos con alguna de sus variantes (vivo en Torreón, nací en Lerdo y trabajo en Gómez Palacio) y en esta fórmula podemos incluir a Matamoros, La Loma, Esmeralda, San Pedro, El Cuije, etc.
Le comento que el otro día encontré un bello libro "Ensayo Sobre la Fundación y Desarrollo de la Ciudad de Gómez Palacio", de Pablo Machuca Macías, impreso en 1977 en la Ciudad de México, el cual me fue obsequiado y dedicado por la hija del autor Paulina Isabel Machuca en el año 2001, del cual cito: "Por la década de los años veinte, la compañía de revista de Emma Duval celebraba largas temporadas en el Teatro Unión, con llenos a reventar todas las noches. La hermosa vedette triunfaba cantando "El Relicario" y "Mi Querido Capitán" bajo la dirección del maestro Ricardo Treviño". En el principio el precio de la entrada al cine costaba diez centavos en luneta, ocho en palcos y cinco en galería, tiempo después el periódico El Siglo de Torreón publicaba cupones con los que podía entrar una persona acompañando a otra que había comprado boleto. Esto como un dato interesante de nuestra amada Comarca, ya que siendo niño me tocó ver el edificio ya en ruinas y más tarde conocer al Señor Barquín, ya de casi 90 años de edad, hijo de el español don Ángel Barquín uno de los dueños de este Teatro que se encontraba en Gómez Palacio.
No pretendo hablarle de historia, sólo quiero que vea que la tenemos y que es hermosa. Que podemos mirar hacia el futuro y ver que hemos sido emprendedores y exitosos, capaces de convertir el más árido desierto en un hermoso vergel. Que nada ni nadie detendrán el crecimiento de esta bendita tierra, cuna de grandes hombres y mujeres, de la cual usted y yo cada día nos enamoramos más.
