Medallón Lapizlázuli azul profundo y jaspe rojo con oro, creación de Paloma Picasso y la firma Tiffany.
México, DF.
En 1980, Paloma Picasso unió su talento con el de la firma de joyería Tiffany & Co., creando su primera colección de piezas, las cuales hicieron gala de una exquisita sensibilidad y un claro estilo personal, y que muy pronto se convirtieron en emblemas de la marca.
Los accesorios juveniles, juguetonamente exuberantes y visualmente impactantes, fueron las estrellas de la antología, caracterizados por la manera generosa en que utilizaba las materias primas y el uso de gemas de vivos colores. Paloma puso de moda los ópalos naranja -como fuego sólido- y las turmalinas de vibrantes tonos rosados.
CREACIÓN DESBORDADA Paloma Picasso nació el 19 de abril de 1949, en Vallauris, Francia. Es la más joven de los hijos del artista español Pablo Ruiz Picasso. Su madre fue la también pintora y escritora Françoise Gilot.
Su carrera en el mundo de la joyería empezó en 1968, cuando diseñaba ropa en París. Los collares de fantasía que creaba, para ser vendidos en pequeños mercados, llamaron la atención de los críticos, propiciando que iniciara su formación en cursos de joyería. Poco después, Yves Saint Laurent la invitó a diseñar complementos para una de sus colecciones. En 1971, ya estaba trabajando para la joyería griega Zolotas.
Hoy, Paloma Picasso celebra 30 años en Tiffany, para lo cual desarrolló tres audaces y coloridas colecciones. Una de ella se llama Marrakesh, compuesta por nuevos y atractivos diseños que muestran la riqueza de los patrones marroquíes combinados con elementos clásicos.
Hay medallones circulares de generoso tamaño realizados en jaspe rojo, ónix negro, lapislázuli azul profundo y nefrita de vivo color verde jade, en un entramado de radiante oro amarillo pulido en 18 quilates.
La colección Hammered Circles, por su parte, se característica por su textura alisada con martillo, que se expresa en formas más livianas y etéreas que los robustos eslabones y esferas de colecciones anteriores. También hay aretes en oro rosa o amarillo, en 18 quilates o en plata sterling.
La diseñadora es fanática de la técnica del martillado, porque considera que "imparte un color especial al oro y la plata, creando metales cálidos que asumen la apariencia de tono de piel y que por la noche adquieren una luminosidad muy especial".
Finalmente, Paloma creó un pendiente llamado Dove, delicadamente trazado en oro amarillo o rosa en 18 quilates o en oro blanco con diamantes.
"Mi nombre, Paloma, es un símbolo de paz y pureza", explica la diseñadora. "Hay muchas canciones románticas sobre la paloma blanca y una de ellas siempre me hacía llorar cuando era niña. Diseñé la paloma como un ángel de la guarda para quien la use".
