El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, rechazó ayer que Benedicto XVI deba renunciar por los casos de abusos sexuales de parte de clérigos como pidió un psiquiatra belga encargado de investigar a sacerdotes pederastas.
"No tenemos absoluta necesidad de la dimisión de parte del Papa sino, más bien, de aquello que él está haciendo: orientarnos y animarnos con respuestas concretas, a partir de la escucha de las víctimas y considerando seriamente la gravedad de los hechos", dijo.
El director de la sala de prensa de la Sede Apostólica respondió en estos términos a Peter Adriaenssens, ex presidente de la comisión que recogió las denuncias contra los curas pederastas en Bélgica, quien la víspera instó al Pontífice a dejar su puesto.
"El Papa debe predicar con el ejemplo. Hay una diferencia entre ser responsable y asumir la responsabilidad", dijo el psiquiatra infantil, en una entrevista al diario flamenco De Morgen, y agregó que la Iglesia belga reconoció el problema de los abusos aunque "no lo suficiente".
En declaraciones a la televisión de ese país europeo, Lombardi replicó que "Benedicto XVI es verdaderamente un testigo de la Iglesia en la correcta dirección".
Explicó que la naturaleza de la autoridad eclesiástica es "muy distinta" a la correspondiente a otras instituciones, como las políticas.
"No se puede hacer una comparación entre un ministro y una autoridad religiosa", insistió al referirse al ejemplo que citó Adriaenssens de la renuncia del ministro de Justicia belga, Stefaan De Clerck, tras la fuga del violador y asesino de niñas Marc Dutroux.
