¡Papacito maravilla!

Tras haber hecho una pausa de 10 años en su carrera, tiempo que dedicó a su esposa y a sus cinco hijos, Chris O'Donnell, el chico sexy de la pantalla grande y quien dio vida en los 90 a Robin en la saga de Batman, ahora se reencuentra con el éxito como protagonista de la serie NCIS: Los Ángeles, la cual en breve estrenará su segunda temporada.

El actor nacido en Illinois recién cumplió cuatro décadas y desmiente que su estabilidad familiar se deba a complejos religiosos. En realidad, asegura, prefirió formar un hogar y la cercanía con sus hijos, antes que perderse en el ajetreo propio de una estrella de Hollywood.

Si bien O'Donnell no se ha alejado del todo de la pantalla, a partir de 2007 su ritmo de trabajo bajó considerablemente al participar sólo en algunos episodios de series como The Company (2007), Grey's Anatomy (2006), Had Cases (2005), Two and a Half Men (2004) y The Practice (2003), que no le implicaban más de un día de grabación.

"Me ofrecieron películas enormes, como las que llevaron mi carrera a un nivel diferente, pero decidí poner el freno. Sabía que, de haber seguido por ese camino, no habría podido continuar mi matrimonio. Hoy sé que la decisión fue la correcta, la mejor que pude haber tomado".

Lo único que no ha cambiado en esta década de retiro ha sido la eterna fama de "Chico Maravilla", que incluso lo ha llevado a vivir experiencias poco comunes con sus fans y hasta con sus pequeños.

"Recuerdo una ocasión, cuando Chris (su hijo) tenía 3 años, que tan pronto como nos sentamos, comenzó a decir: 'Mi papá era Robin en la película de Batman'. ¡No lo podía creer! La gente me empezó a mirar y yo sólo podía decir: '¡Oh, Dios! ¿Qué está haciendo? Me doy por vencido'", recuerda.