Mes de diciembre, tiempos navideños. Estos días son así, cuando inicia el último mes del año parece sencillamente que éste ya se ha acabado, ya nadie quiere ni se aventura a hacer nada, parece que todos se han de esperar al nuevo año para hacer movimientos y tomar decisiones que son postergadas porque estos días que corren se utilizan más para recapitular lo que se ha hecho a través del tiempo que ya se fue, y los empresarios medianos y pequeños a sufrir para juntar para los aguinaldos que hay que pagar antes del día 21.
Este prefacio vale para hacer una introducción al clima en el que Eduardo Olmos ha rendido su primer informe de actividades al frente del Ayuntamiento de Torreón. Estas condiciones hacen que dependiendo del momento político en que se encuentren las cosas y el propio desempeño del presidente municipal y de sus subordinados, el clima social decembrino le perjudique, si es que se quiere tomar al acto de informar como un momento de captar la atención pública, o como es el caso, a no hacer tanto ruido, ya que los resultados no son ni por mucho los mejores.
Yendo por partes. Se toma por guía el reporte que Olmos entregó de manera masiva a la ciudadanía del recuento de lo que dice ser sus resultados.
Comienza por seguridad pública. Hay que decir que en descarga del alcalde, es sin duda el tema mucho más álgido, cuando él asumió el poder el primero de enero de este año, ya la policía local había pasado por todo un proceso de descomposición, por lo que el cuerpo policial que recibió no tenía ni pies ni cabeza. Como en toda la estrategia que en este sentido decidió el gobernador Humberto Moreira, fue designado como director de la Policía de Torreón el general brigadier Bibiano Villa, que se ha destacado más por su controversial estilo de comunicarse y desenvolverse de manera pública que en resultados. El informe señala que han dejado atrás la ineficiente institución que recibieron, y otros tienen otro rostro. La realidad es que los resultados son pobres y Torreón, la comisión de delitos del fuero común, están por los cielos. Nadie puede decir que resolver este tema sea cosa sencilla, pero Villa por supuesto que no ha podido con el paquete.
Se habla de protección civil. Destacan que atendieron con eficacia la avenida del río Nazas ocurrida este año. Pero hay que señalar que el caudal fue menor al que corrió en el 2009 y por ende, el manejo fue menos complicado.
El segundo eje del reporte, lo es el del fomento económico, y no es más que un listado de apoyos a la capacitación de los distintos sectores del empresariado, y migajas repartidas en el agro. Al igual que la administración pasada, no ha habido capacidad de atracción de empresas que vengan a aportar un dinamismo económico sensible para todos, y vale la pena señalar en este punto específico, que ahora más que nunca el Municipio de Torreón está subordinado al Gobierno Estatal, que en 5 años reporta que la inversión privada en el sector productivo tiene una paridad de once a uno respecto a lo que se ha invertido en el área de Saltillo, Ramos Arizpe, General Cepeda y Arteaga. Ante esta manera de distribuir qué se puede comentar.
En lo que respecta a desarrollo urbano, se puede señalar con claridad que puede ser la mejor parte. Ciertamente se está trabajando en mejorar las vialidades y la ciudad se ve más limpia, pero esto ha sido porque el Gobierno de Coahuila ha metido la mano fuerte en eso. En enero de este año, arrancó un programa de rescate urbano, que realmente rescató del descuido generalizado en que se encontraba Torreón. El cambio de luminarias y sus resultados son perceptibles claramente en el centro de la ciudad.
El punto negro, es que aunque el gusto de hacer la Gran Plaza al final le va a dar mucho mejor aspecto al primer cuadro, hay demasiado ruido en las pillerías que se cometieron a la hora de comprar los terrenos para llevarse a cabo.
En tanto, la creación del Hospital Municipal es un hecho sobresaliente. Esta ciudad como todas tienen siempre carencias en cuanto atención médica ofrecida a los ciudadanos, particularmente a los que menos tienen. Eduardo Olmos sin duda será recordado por haber creado este espacio.
Termina diciendo el reporte sobre su aportación al desarrollo sustentable, y se cuelga la estrella de haber apoyado la colocación del filtros para quitar arsénico del agua que entrega Simas, pero ese dinero fue anunciado que provendría del Estado, así que saludan con lo ajeno.
Cínicamente se jactan de tener deuda 0, pero las drogas con proveedores los tienen más que abrumados. Cierto, no tienen pasivos bancarios, pero tienen al Simas - nido hoy de ratones cínicos- quebrado y las filas y llamadas de quienes les han vendido o prestado un servicio son larguísimas.
En resumidas cuentas, este año el gobierno municipal navegó protegido con una gran sombrilla que fue que Moreira decidió darle a Torreón lo que le había regateado a José Ángel Pérez, y hoy ciertamente hay mejoras, pero la percepción de la incapacidad de Eduardo Olmos de controlar a muchos empleados municipales de actos de corrupción es enorme y motivada. Parecía imposible poder estar peor que al administración pasada que se desmoronó, pero no, hoy las cosas en el tema municipal, sin duda, están para llorar.