La diseñadora Carolina Herrera tuvo su primer acercamiento con la moda a los 13 años de edad, pero comenzó a confeccionar hasta los 40.
Cuando Carolina Herrera tenía 13 años de edad, su abuela la llevó a un desfile de Cristóbal Balenciaga, en París, y aunque se sintió atraída por el mundo de la confección, su carrera como diseñadora de moda comenzó cuando cumplía cuatro décadas de vida, y su familia estaba conformada por su esposo (el millonario Reinaldo Herrera), sus cuatro hijas (dos de cada uno de sus matrimonios) y su primer nieto.
En aquella época, entre sus clientas se encontraban Estée Lauder y Jacqueline Kennedy, pero su popularidad creció aún más después de diseñar el vestido de boda para Carolina, la hija mayor de John F. Kennedy. Hoy es considerada una de las modistas más influyentes del mundo y sus vestidos los usan celebridades como Keira Knightley, Amy Adams y Reneé Zellweger, entre muchas otras.
En entrevista para EL UNIVERSAL, Herrera señaló que ella diseña para un tipo de mujer muy especial: "Independiente, decidida y sofisticada; quien gusta lucir elegante, tiene mucha personalidad y es moderna", explicó la diseñadora, quien se encuentra en México para participar en una serie de actividades para apoyar la lucha contra el cáncer de mama.
También tiene muy definido qué clase de hombre es el que lleva sus prendas y gusta de sus fragancias: "Es guapísimo", señala entre risas. "Es moderno, masculino y activo; le gusta viajar, tiene una familia; es decir, un caballero estupendo".
Nació en Caracas, Venezuela, un 8 de enero. Es la segunda de cuatro hijos de Maria Cristina Niño Passios y de Guillermo Pacanins Acevedo, quien fuera gobernador de Caracas. A partir de 1981, temporada tras temporada, ha transmitido en las pasarelas su propio estilo: clásico, refinado, cosmopolita, sutil y elegante. En persona, Carolina es exactamente así.
EL LADO HUMANO La diseñadora venezolana considera que la disciplina, la curiosidad y la fantasía han sido las claves de su éxito, además de que sólo hace ropa que ella misma podría usar.
Pero Carolina Herrrera no sólo es una mujer que se preocupa porque las mujeres y los hombres vistan y huelan bien. Desde hace años se ha involucrado con distintas causas sociales, no por obligación, sino porque le gusta y quiere hacerlo. "Mi equipo de trabajo es muy bueno, gracias a lo cual puedo dedicar parte de mi tiempo a otras actividades, como apoyar distintas causas", señala.
"Me enseñaron que hay que ayudar. Si se puede dar algo, hay que darlo con gusto. No sólo cosas materiales, sino también tiempo y dedicación".
Herrera ha apoyado a niños, a enfermos y a mujeres. Actualmente apoya a la asociación Fundahígado, que se dedica a la atención médica de pacientes con enfermedades hepáticas.
Su altruismo también llegó a México, pues a través de la venta de una edición especial, en color rosa, de la fragancia CH y de un bolso, se obtendrán fondos para reforzar la lucha contra el cáncer de mama.
"Los médicos son los que curan, pero Carolina Sintes (fundadora de Iniciativa Ser y directora de marketing para Sony Pictures Television), Bertha Aguilar (presidenta de Fundación Cim*ab), mi hija y yo, somos quienes le damos un empujón a las mujeres para que se realicen exámenes y se pueda detectar a tiempo el mal.
"Es el tercer año que participo. Me entusiasma que cada vez haya más mujeres que están acudiendo al doctor. Esa es mi recompensa y lo que me anima a seguir", finalizó.