Desde hace tiempo que los académicos han teorizado que las expresiones de agradecimiento promueven la salud y la felicidad, y dan optimismo y energía a las personas tristes.
Desde hace tiempo que los académicos han teorizado que las expresiones de agradecimiento promueven la salud y la felicidad, y dan optimismo y energía a las personas tristes.
Ahora, el estudio de la gratitud se ha vuelto un campo floreciente, y las investigaciones indican que el ser agradecido podría ayudar a la gente a sentirse mejor. Sin embargo, hay un requisito: es necesario dar las gracias más de una vez al año.
Si usted no lo hace en forma regular no recibirá los beneficios, dijo Sonja Lyubomirsky, profesora de sicología en la Universidad de California, plantel Riverside.
“Es como si usted fuera al gimnasio una vez al año. ¿Qué beneficios obtendría de eso?“.
El psicólogo David DeSteno, de la Universidad Northeastern, hizo un estudio sobre el agradecimiento donde pidió a los participantes que vaciaran una gran cantidad de datos, sólo para perderlos después debido a una falla. Luego, un asistente de laboratorio, al parecer desconectado del estudio y que decía estar apurado, recuperó el trabajo perdido. Quienes recibieron su ayuda, la agradecieron y devolvieron el favor, a diferencia de quienes no la recibieron. DeSteno concluye que “la gratitud lleva a actuar de formas virtuosas o más desinteresadas. Y construye respaldo social, que está vinculado con el bienestar físico y psicológico”, según manifestó.
El experto, cuya investigación fue publicada en la revista “Tendencias actuales en la ciencia psicológica”, halló que era más probable que los que habían recibido ayuda del asistente, y que la agradecieron, devolvieran el favor, y que lo hicieran por más tiempo que quienes estaban en un grupo que no recibió ayuda.
Robert Emmons, profesor de sicología de la Universidad de California, agrega que quienes ofrecen gratitud son menos envidiosos y rencorosos. “Duermen más, hacen más ejercicio y reportan un descenso en su presión arterial”, dijo Emmons, quien escribió el libro; “!Gracias¡ Cómo el practicar la gratitud puede hacerlo más feliz”.
La sicóloga Brenda Shosha-nna estuvo de acuerdo. “Uno no puede estar deprimido y agradecido al mismo tiempo", dijo la autora de “365 Formas de dar gracias: una para cada día del año”. “Hace que una persona sea más saludable en lo físico, en lo mental y en todos los aspectos”.
Para muestra, el caso de Bill Golden, quien sobrevivió más de 20 años en el ejército y otros 30 como agente policial. Enfermó de cáncer de colon y, a los 86 años, tiene una cadera artificial y artritis en las rodillas. A pesar de ello, Golden de todas formas da gracias y se dice “un hombre afortunado”.