Inseguridad. Estiman que la situación de inseguridad en ese país se deba a un conflicto de intereses entre las pandillas. ARCHIVO
Entre un 40 y un 60 por ciento de las rutas del transporte colectivo no operan desde ayer en El Salvador ante el temor de ataques por parte de pandillas, informaron fuentes del sector, mientras el Gobierno no descarta que las amenazas respondan al hallazgo de la Policía de un escondite con dinero.
"Esto se debe a las amenazas hechas (...) por bandas delincuenciales que se dedican a la extorsión. No sólo fueron rumores, fueron panfletos, llamadas telefónicas", dijo el presidente de la Federación de Cooperativas de Empresarios Transportistas Salvadoreños (Fecoatrans), Catalino Miranda.
El directivo, que estimó que entre un 40 y un 60 por ciento del número de rutas no operaron, aludió a supuestos panfletos y llamadas que recibieron integrantes del sector, en los que se les "ordenaba" que no sacaran sus unidades a las calles para evitar la muerte de los conductores o la quema de vehículos.
Señaló que "muchos empresarios han tomado la decisión de guardar sus unidades", por temor a que se repita lo vivido en junio pasado, cuando 16 personas perdieron la vida en un ataque contra un autobús que fue incendiado con sus pasajeros a bordo.
El subdirector de Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Ramírez, confirmó en conferencia que 6 presuntos pandilleros de la Mara 18 (M-18) fueron capturados anoche en Ilopango (al este de San Salvador) cuando distribuían amenazas anónimas exigiendo a los comercios que no abrieran sus puertas.
Aunque no se conoce por el momento las causas de las amenazas, el directivo de Fecoatrans no descartó que puedan estar relacionadas con la aprobación, el pasado 1 de septiembre, de una ley que penaliza la pertenencia a pandillas y eleva hasta diez años las penas de cárcel por este delito.
Igualmente por la decisión del Gobierno de reforzar con el Ejército la seguridad en los centros penales, donde permanecen recluidos pandilleros. El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Manuel Melgar, admitió junto a Ramírez que no descartan que las amenazas estén vinculadas con el hallazgo de un escondite con al menos dos barriles con 10.2 millones de dólares.