¿Que qué opino de la mina
Kirchner, de Cristina? Mirá ese edificio alto, me gustaría que ella y el marido se aventaran del
Último piso y le harían un favor a la Argentina, pero que antes regresen lo que se han robado.
Taxista bonaerense
BUENOS AIRES.- Dicen que los taxistas representan el alma de una ciudad y que la capital de un país es el corazón de una nación. Hay unos 38 mil taxis circulando en la ciudad de Buenos Aires y los siete taxistas con los que platiqué me transmitieron el mismo desencanto con la presidenta Cristina Fernández y con su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, que buscará suceder a su mujer y regresar al cargo en octubre de 2011.
Siete taxistas de 76 mil (suponiendo que cada taxi es manejado por dos conductores) no son para nada representativos, pero si se quiere algo mucho más preciso acudo a algunas las encuestas más recientes sobre el desempeño de la presidenta.
En agosto de 2009, una encuesta de Consulta Mitofsky le daba apenas el 23% de aprobación a Cristina Fernández. Con ello, la presidenta argentina era la titular del Poder Ejecutivo más impopular de América Latina - Felipe Calderón se encontraba entonces en un 62%. Hoy la reactivación de la economía argentina le ha ayudado un poco a la presidenta, quien ha recuperado unos diez puntos de popularidad en los últimos meses, pese a que la inflación podría alcanzar el 30% este 2010.
Tal subida en las encuestas es un respiro para la Presidenta, pues prácticamente desde 2008 su aceptación apenas supera el 20%. Ella y su Gobierno han acusado a los medios de organizar una campaña mediática en su contra, en particular por la aprobación de una ley de medios que ataca directamente los monopolios al limitar el número de licencias por concesionarios.
Sin embargo, más allá de si existe o no tal campaña mediática, lo cierto es que Argentina lleva ya siete años controlada por el matrimonio Kirchner-Fernández y pese a la baja popularidad de Cristina, Néstor Kirchner ha anunciado que intentará regresar a la Casa Rosada. Las reglas electorales argentinas no contienen ninguna prohibición para que ello suceda, así que el matrimonio de los pingüinos, como se les conoce en Argentina, podrían quedarse por un largo rato.
Néstor Kirchner llegó a la Presidencia argentina en mayo de 2003 con apenas poco más del 22% del voto del electorado y no tuvo que enfrentar una segunda vuelta electoral contra Carlos Menem, ya que éste decidió retirarse de la contienda. Con ello, Néstor dejó de ser el desconocido Gobernador de una provincia fría y sureña para saltar a la cálida política nacional al conquistar la Casa Rosada.
Una buena gestión, en la que la economía argentina se reactivó luego de la crisis de 2001, hizo que Néstor Kirchner armara una Presidencia a la que nada le hizo sombra. Para octubre de 2007, Cristina Fernández tomaría de las manos de su marido el bastón y la banda presidencial en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Cristina había derrotado por 20 puntos de diferencia a su contrincante más cercano. Y de ahí empezó el bajón.
¿Cuál es el resultado de siete años de kirchnerismo? El periodista Ernesto Tenembaum se pregunta precisamente ¿qué les pasó? en un libro de reciente publicación en el que detalla el ascenso al poder de este matrimonio y vaticina su ocaso.
Tenembaum narra un texto personal, pero periodístico, de cómo pasó del convencimiento del proyecto de Néstor Kirchner a la euforia y de ahí a la decepción y frustración en esos siete años de kirchnerismo. En las páginas de su libro este periodista se antoja honesto al confesar "la llegada de Kirchner fue un episodio muy alentador... el 25 de mayo dio un discurso que me hizo lagrimear" para luego soltar "hay un elemento que es el origen de toda la degradación: el intento de quedarse para siempre en el poder...los Kirchner no han sido líderes honestos. Ha habido en ellos un apetito voraz por el dinero".
Pese al descontento con la gestión de Cristina Fernández, Néstor Kirchner podría ser el próximo Presidente de Argentina. Ello porque la carrera presidencial por suceder a Cristina ya ha iniciado y no parece haber un candidato sólido anti Kirchner dentro de las corrientes afines y no afines a él y a su mujer.
Con ello, doscientos años después de la independencia argentina, este país podría quedarse 12 años consecutivos gobernado por un matrimonio con un proyecto personalísimo, acrecentando el poder presidencial, con una Oposición debilitada, sin independencia del Banco Central y con una Poder Judicial hecho casi a modo. En suma, Argentina inicia su segundo siglo independiente, aún atrapada por las que parecen las eternas figuras del caudillismo latinoamericano bajo la pareja presidencial.
Politólogo e Internacionalista
Twitter @genarolozano