PATA DE PERRO | Un viaje por nuestro interior
-De los tres, tú eres el más especial- le dijo Carlos a Raúl cuando calificaba la actitud de cada uno de los camaradas.
–¿Yo por qué?- respondió extrañado Raúl.
– Porque nunca sé cual es tu estado de ánimo. Llegas con el mismo semblante y así te despides- dijo, y luego se fue dándole una palmada en la espalda.
Eso lejos de causar alegría en Raúl le causó tristeza. Tal vez no sabía que esa era la percepción que tenían los demás de él, que por algo era. Tal vez estaba proyectando mal lo que era... ¿y qué era? A lo mejor ni si quiera se conocía.
Es frecuente que muchas personas al igual que Raúl no sepan quiénes son en esencia. Saben su nombre, domicilio, apellidos y algunas otras cosas superficiales, pero no se conocen. No tienen idea de sus capacidades, de su valor personal, de sus potencialidades y ni siquiera de sus defectos, dejan que amigos, familia y la misma sociedad dicte lo que debe ser. Por eso es necesario autoconocerse. Viajar hacia el interior y descubrir el verdadero “yo” para poder proyectar lo que verdaderamente se es.
“Una cosa es lo que nosotros creemos ser, otra lo que los demás ven en nosotros y otra cómo somos realmente, tres diferentes aspectos de los que se considera el autoconocimiento. La importancia de esto, es que se convierte en una herramienta para tratar problemas de autoestima, para la superación personal para llegar a la autorrealización”, dijo Beatriz Gorjón, maestra de yoga.
La maestra explicó que en el yoga se logra llegar al autoconocimiento a través de la conciencia que el cuerpo despierta a través de las técnicas que se manejan.
Y a diferencia de lo que se puede ver en los medios de comunicación en donde para practicar yoga se visten de blanco, cruzan las piernas y cierran los ojos, Gorjón dijo que ni los colores, ni la postura ni el contorno importan para comenzar a meditar.
“El tener a veces sonidos alrededor, nos ayuda a armonizarnos con el entorno. No se trata de que cierres los ojos, te sientes en el suelo y cierres tus piernas. Meditar es guardar silencio y observar qué hay en ese momento dentro de ti. El aprender a armonizarte con tu entorno te hace sentir armonía contigo mismo. Lo importante es que estés a gusto, puedes sentarte en un lugar, pegar tu espalda en la pared y simplemente guardar silencio y escucharte respirar. Empieza a aislar los sonidos y escuchar tu respiración y comienza a escucharte a ti mismo”, dijo.
Otro de los aspectos que mencionó como básicos es la respiración.
“La respiración correcta es la que se hace a través la nariz, con la boca cerrada. Es necesario que sientas cómo estás respirando, porque muchas veces ni siquiera sabemos que estamos respirando conscientemente, lo hacemos de manera automática, siente que llenas el abdomen, que llenas el diafragma, que subes el aire hasta los pulmones y cómo poco a poco va descendiendo el aire de pulmones, nuevamente al diafragma hasta el esternón, hasta el abdomen y cómo se hunde el aire cuando comprimes tu abdomen hacia adentro, es una forma de hacer conciencia de la respiración y el escucharte respirar es una forma muy sencilla de hacer una meditación muy básica”, dijo.
Otra de las cosas que recomendó es la estiramiento del cuerpo. “El estirar el cuerpo es una manera de sentirte y conocerte, conocer tu cuerpo físico, estirar un brazo, alargar las costillas, doblar tu espalda suavemente hacia atrás, ya con eso estás haciendo práctica de yoga, estirarte y respirar eso ya es yoga”, dijo.
La maestra indicó que para hacer este tipo de prácticas es necesario que la persona se sienta a gusto con lo que traiga puesto y que el lugar también sea de su agrado. Sobre el calzado a utilizar dijo que de preferencia en un tapete y descalzo para estar más en contacto con la tierra.
La respiración y el estiramiento te ayudan a conocer mejor tu cuerpo interior y exterior, pues aprendes con los silencios, a escucharte, a descubrirte, a comprenderte y a relajarte. Una vez que logras este estado de relajación tu actitud cambia, la forma en la que te diriges a los demás, la forma en la que enfrentas la vida y también cómo te perciben.