Noche de Paz, (Joyeux Noël, 2005). La cinta explora cómo los más nobles sentimientos humanos pueden aflorar incluso en los entornos más hostiles, y que el anhelo de paz y la amistad están por encima de cualquier belicoso patriotismo.
Aunque los paisajes nevados tienden a ser ‘monopolio’ de las películas navideñas, en el invierno fílmico existen cintas de gran calidad en las que Santaclós no es un personaje.
Por un convencionalismo hollywoodense, lo navideño se asocia en todo Occidente con la nieve. En México, durante diciembre las cadenas de cine y televisión destinan la mayor parte de su programación a la proyección y transmisión de películas en donde los santacloses, los pinos decorados, las luces multicolores, los trineos, los regalos y por supuesto la nieve, son los elementos dominantes.
Pero en el extenso universo del celuloide también existen obras en las que el entorno nevado no es sinónimo de Navidad. A continuación le ofrecemos una oncena de muy recomendables cintas ‘nevadas’ que se pueden ver en esta temporada, en las cuales se prescinde de duendes, renos y muñecos blancos y redondos con nariz de zanahoria.
DE AMORES Y GUERRAS
Basada en la novela homónima del escritor moscovita Boris Pasternak, Doctor Zhivago (1965) es uno de los clásicos imprescindibles del séptimo arte estadounidense. Dirigido por David Lean, el filme narra las vicisitudes de un hombre, Yuri Zhivago (Omar Sharif), dividido por el amor de dos mujeres: su esposa Tonya (Geraldine Chaplin) y su amante Lara (Julie Christie), durante la convulsa época de la revolución y la guerra civil en Rusia. Las abundantes escenas de paisajes nevados, rodadas en su mayoría en Finlandia, refuerzan ese aire trágico y desesperanzador implícito en la trama. El personaje estelar, víctima y testigo de atrocidades y abusos cometidos por los bolcheviques, se manifiesta abiertamente escéptico frente a las transformaciones impulsadas por los socialistas, y su vida se convierte en un constante ir y venir para escapar de las tormentas externas y de sus tempestades internas. Doctor Zhivago obtuvo cinco estatuillas Óscar, otros tantos Globos de Oro, y estuvo nominada a la Palma de Oro en Cannes.
Otra extraordinaria producción que tiene un conflicto bélico como contexto y la nieve como escenario es Noche de paz (Joyeux Noël, 2005), del director galo Christian Carion. La historia basada en hechos reales, se sitúa en uno de los frentes de batalla durante la Primera Guerra Mundial, en donde los aliados franceses y escoceses establecen una tregua con sus enemigos alemanes para la Nochebuena de 1914, durante la cual logran fraternizar al grado de ayudarse mutuamente para no ser exterminados cuando el conflicto se reanuda por órdenes superiores.
Protagonizada por Diane Kruger, Daniel Brühl, Guillaume Canet, Benno Fürmann y Gary Lewis, la cinta explora cómo los más nobles sentimientos humanos pueden aflorar incluso en los entornos más hostiles, y que el anhelo de paz y la amistad están por encima de cualquier belicoso patriotismo, aunque al final éste termine por arrasar con todo. Por ello fue nominada al premio de la Academia a la mejor película extranjera.
SOBREVIVIENTES DEL INVIERNO
El reto que plantea sobrevivir en ambientes helados ha sido explorado en la pantalla grande. En El infierno blanco (Island in the Sky, 1953) de William A. Wellman, se cuenta la aventura de un grupo de soldados que viajan en un avión que se ve forzado a un aterrizaje forzoso en una región inhóspita de Canadá. El capitán Dooley (John Wayne) se enfrenta al desafío de mantener con vida a su tripulación en las condiciones más extremas, mientras esperan la llegada del rescate.
En la misma línea, pero con la diferencia de estar basada en acontecimientos verídicos, se encuentra ¡Viven! (Alive, 1993), de Frank Marshall, con Ethan Hawke en el rol de Nando Parrado, uno de los supervivientes del accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en 1972. Marshall muestra con crudeza y realismo la lucha contra la muerte que emprendieron los integrantes de un equipo de rugby que sobrevivió a la caída de dicho avión en la nívea Cordillera de los Andes.
Ya en los terrenos de la ciencia ficción, el hermético e incomprendido filme de Robert Altman Quinteto (Quintet, 1979), con un elenco encabezado por Paul Newman y Bibi Andersson, describe a un mundo postapocalíptico inmerso en una nueva era glacial, en donde los supervivientes pasan el tiempo practicando un extraño juego en el que gana quien no muere. Densa, onírica, claustrofóbica, la obra es una reflexión crítica sobre la enajenación humana.
ENTRE LOCOS Y VAMPIROS
Con sus noches largas y su clima adverso, el invierno es propicio para el desarrollo de historias de terror. De la mano de Stanley Kubrick y de la pluma de Stephen King, El resplandor (The Shining, 1980) es hoy un clásico del género. En ella vemos a Jack Nicholson desempeñar con maestría a uno de los psicópatas más espeluznantes que haya dado el cine: Jack Torrance, que en su demencia se lanza a una persecución mortal contra su esposa e hijo dentro de un misterioso hotel cerrado a los vacacionistas.
Pero no sólo la locura se esconde tras un manto helado. En 30 días de noche (30 Days of Night, 2007), de David Slade, una horda de vampiros aprovecha la larga noche alaskeña para darse un festín con los habitantes de un pequeño pueblo. Los salvajes chupasangre, auténticas bestias insaciables, esparcen el pánico por la aldea en medio de una atmósfera contrastante de negros, blancos y rojos. Una película no apta para estómagos débiles.
Un horror mucho más sutil es el que el sueco Tomas Alfredson trabaja en Déjame entrar (Låt den rätte komma in, 2008), en donde una eterna preadolescente de nombre Eli (Lina Leandersson) logra saciar su sed con la ayuda de un hombre que le consigue sangre fresca... hasta que conoce a Oskar (Kåre Hedebrant), estableciéndose así una estrecha relación que marcará la vida de ambos. Con excelente dirección y una fotografía inmejorable, este filme no sólo renueva el género de vampiros sino que lo coloca en un plano casi poético.
CHICAS, ENREDO Y CRIMEN
En la nieve no sólo se dan tramas trágicas, relatos épicos y cuentos demenciales. El drama romántico Chicas hermosas (Beautiful Girls, 1996) dirigido por Ted Demme, muestra el lado más amable del invierno al narrar el reencuentro de un grupo de amigos de la secundaria, quienes ponen al día sus vidas y reviven sus recuerdos de infancia y adolescencia. Una cinta ligera pero entrañable con buenas actuaciones de Timothy Hutton, Matt Dillon, Noah Emmerich, Uma Thurman, Mira Sorvino y Natalie Portman.
Menos cordial resulta Un plan sencillo (A Simple Plan, 1998) de Sam Raimi, que muestra cómo una decisión aparentemente sencilla puede convertirse en el mayor de los problemas cuando dos hermanos, habitantes de un nevado y pequeño pueblo estadounidense, encuentran un maletín con más de cuatro millones de dólares en el lugar donde se accidentó una avioneta y optan por guardarlo para luego repartirse el botín. La avaricia y la estupidez aparecen ligadas en esta pieza cinematográfica cuyo reparto está atinadamente conformado por Bill Paxton, Billy Bob Thornton y Bridget Fonda.
También a medio camino entre el suspense y la comedia negra encontramos Fargo (1996), producto de la fértil imaginación de Joel e Ethan Coen, que hoy en día es un filme referencial. Con excelentes interpretaciones de William H. Macy, Frances McDormand y Steve Buscemi, un guión impecable y una atmósfera que entumece, los Coen presentan de forma magistral el fallido plan de un ambicioso marido que ordena el secuestro de su mujer para obtener el dinero de su suegro. Sin duda, una película imperdible que fue galardonada con dos Óscar.
Como puede verse, en cuestión de cine, cuando hay nieve, no siempre es Navidad... afortunadamente.
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