Afectados. Los productores agrícolas serían los más afectados de no haber un precio que les permita recuperar su inversión.
A pesar de que los productores piden un incremento al costo del kilo de frijol con relación al año pasado, hay factores que ponen en riesgo incluso el precio piso que se tuvo en el 2009.
"Está en riesgo el precio de diez pesos, es un riesgo serio", advirtió el diputado local Gustavo Pedro Cortés.
El legislador petista explicó que esto se debe a que no existe una política que realmente proteja a los productores de frijol de Durango, y no al mercado, situación que los tiene en desventaja ante la importación de esta leguminosa procedente de Estados Unidos, más barato aunque de menor calidad.
Otra de las condiciones adversas para los campesinos duranguenses es el hecho de que aún hay frijol de la cosecha del 2009 almacenado en las bodegas. Gustavo Pedro Cortés señaló que este producto que no se comercializó también podría incidir en la devaluación del precio piso del kilo de la leguminosa.
"Cómo es posible que nuestros productores abastecen el mercado nacional, somos el segundo estado productor de frijol, y el Gobierno no instrumenta políticas claras en apoyo al campo", agregó el ex diputado federal.
El dirigente petista añadió que debido a la sequía durante el proceso de floración de la planta del frijol en el mes de agosto, se esperan rendimientos mínimos de hasta 400 kilos por hectárea cosechada, contra los 700 a mil kilos del año pasado.
El también diputado local por el distrito XVII, que incluye a los municipios que más producen frijol en la entidad, Marcial Saúl García Abraham, coincidió con su homólogo del Partido del Trabajo (PT) en el sentido de que se tiene que pedir que el precio piso del kilo de frijol sea cuando menos de 12 pesos; cualquier otra cantidad, incluyendo la de diez pesos, sería sólo pérdidas para agricultores duranguenses.
Y es que al inicio del ciclo agrícola de temporal de este año y debido a la rotación de cultivos, las expectativas eran de superar incluso la producción del año pasado que se calculó en 120 mil toneladas; pero para el primer fin de semana de septiembre los pronósticos cambiaron al realizarse una primera "evaluación" de la ausencia de precipitaciones por dos semanas del mes de agosto. Ya para finales de octubre el legislador priista Pedro Silerio García, presidente de la Comisión de Asuntos Agrícolas, Frutícolas y Pecuarios del Congreso del Estado, habló de pérdidas que podrían ser de hasta el 40 por ciento de la cosecha.
Por su parte, Manuel Ibarra, diputado local por el distrito VIII, consideró que el precio piso de diez pesos "no debe de estar en riesgo"; argumentó que si el precio se establece de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda, la cifra debe debe ir a la alza porque habrá baja demanda.
"Si no hay un precio justo realmente no va a haber el ingreso que ellos (campesinos) esperan y esto va a generar problemas en sus necesidades básicas, que son alimentación, vestido y educación", resaltó el representante del partido Convergencia en el Poder Legislativo.