Mensaje. Los internos del CRIA entonaron un par de canciones. EL SIGLO DE DURANGO
"Cuando mi mamá me trajo aquí yo pensé que ya no me quería y por eso se deshacía de mí, pero ahora me doy cuenta de lo mucho que me ama", dijo Mariano en su último día en el Centro de Rehabilitación Infantil Analco (CRIA).
Mariano se despidió de sus compañeros el mismo día en que tomó posesión el nuevo Consejo Directivo del Centro, donde actualmente se atiende a 12 jovencitos.
La ceremonia en la que Mónica de la Rosa de Matuk, presidenta del DIF Municipal, tomó protesta a los nuevos integrantes del Consejo, se volvió emotiva cuando Mariano con voz quebrada emitió unas palabras de agradecimiento a quienes le ayudaron a dejar el vicio en el que se envolvió a temprana edad.
Además, los muchachos entonarony tocaron con guitarra un par de canciones, que fueron aplaudidas por los presentes, quienes les reconocieron el deseo que tienen por salir adelante.
NECESITADOS
Son niños y adolescentes con mucha necesidad de ayuda y comprensión, quienes se encuentran en esta institución, mismas que reciben incluso de las cocineras y de quienes hacen la limpieza.
Y es que los mismos muchachos al ver a las personas que ahí laboran van en busca de un abrazo y una muestra de cariño.
La realidad del lugar es dura, algunos de los asistentes a la toma de protesta se sintieron doblegados al ver cómo a su corta edad estos infantes han sufrido "en las garras de la droga", incluso en algunos casos hasta tocar fondo.
