Trabajo. El separar los desechos que llegan a la Planta de Transferencia no es tarea fácil, sobre todo si no hay un pago establecido para realizarla o algún tipo de prestación.
Son más de 300 personas en el municipio de Durango las que trabajan en la Planta de Transferencia, se dedican a la separación de residuos y por su tarea no reciben un salario fijo o algún tipo de prestación.
La dirigente del Sindicato Municipal, Alicia García Rodríguez, asegura que los pepenadores no pertenecen a esta agrupación, sino a una organización independiente.
SIN COINCIDENCIAS
Sin embargo, lo expresado por la líder sindical no coincide con lo expresado por el secretario del Ayuntamiento, Jaime Fernández Saracho, quien asegura que sí existe un control en cuanto al número de personas que trabajan en el lugar, de hecho algunas están sindicalizadas y de otras que se dicen libres también se tiene control y directorio sobre ellas.
Mencionó que se habla de un número de 300 pepenadores, pero no todos trabajan a la misma hora, son tres turnos o por horarios, son grupos que están definidos en un rol donde realizan sus actividades.
LAMENTAN INCIDENTE Informó que tras el fallecimiento de Orlando Mendoza se entabló comunicación con sus familiares, al tiempo que lamentó el deceso.
Dijo que los accidentes como tales es muy difícil prevenirlos, pero esto hace que se fortalezca la alerta sobre las condiciones en que realizan sus actividades los trabajadores del Municipio.
Afirmó que el ingreso de niños y adolescentes es una lucha permanente y aunque no se trata de buscar responsables, indiscutiblemente se tiene que hacer trabajo en equipo entre las autoridades y los propios pepenadores para que se avance en una cultura de mayor cuidado.
PROYECTOS
Dijo que por situaciones como las que se presentaron el Ayuntamiento decidió construir una nueva Planta de Transparencia por la carretera a México, con ello los pepenadores podrán realizar sus actividades con mayor seguridad y mejores condiciones, no sólo para evitar accidentes, sino para fortalecer su calidad de vida.
Pero lo que quedará en el aire serán las condiciones laborales de las personas que se desempeñan en esta Planta y que por generaciones han vivido de esta actividad.