A los 10 meses de nacida, la hija de Brenda Cristina se enfermó de gripe y luego de tos, pero de una manera tan aguda que no podía ni respirar. En el hospital la conectaron a un respirador artificial, pero le dijeron a la madre que se preparara porque la niña iba a morir.
"Fue cuando le pedí a mi Santa (Muerte) que le ayudara a vivir y le dije que siempre le estaría agradecida... y se alivió, y ahora ya tiene 6 años", narra Brenda Cristina, minutos antes de emprender su caminar como integrante de la segunda peregrinación de Querétaro a la capilla de la Santa Muerte, en el municipio de Pedro Escobedo.
Ella es una de las aproximadamente mil 200 personas que la tarde de ayer domingo emprendieron una caminata de más de 31 kilómetros desde el estadio Corregidora de Querétaro hacia el municipio de Pedro Escobedo.
Ahí, a la orilla de la ciudad, a unos 300 metros de la autopista México-Querétaro, se ubica la capilla de la Santa Muerte, erigida por Teodoro Reyes Díaz hace unos 10 años, en donde a la medianoche fue celebrada una misa por parte del sacerdote católico Juan Díaz Parroquín.
Decenas de imágenes de la muerte, conocida entre sus seguidores como "la flaquita", "la niña blanca", o "la traviesa", destacaron en la caminata en la que resaltó la presencia de adolescentes y adultos jóvenes.
MARIACHI Y MISA Teodoro Reyes Díaz, quien fue el encargado de fundar la capilla de la Muerte en Querétaro, explica que la celebración anual de la "niña blanca" inició con la peregrinación que llegó ayer domingo alrededor de las 10 de la noche a Pedro Escobedo.
A la medianoche se inició la misa en honor a su imagen para posteriormente dedicarle, con mariachi, "Las Mañanitas".
La tradición de este festejo, que cumple 5 años de realizarse en este sitio, es que a todo quien llega se le obsequia comida y bebida, además de prolongarse por espacio de 2 días, pues termina hasta las doce de la noche del día 2 de noviembre.
La capilla de la Santa Muerte recibe a diario, entre 10 y 15 devotos, dice Teodoro Reyes, aunque los domingos asisten más de 150 o 200 personas a misa.
Reyes asegura que, contrario a lo que dicen en otras religiones, la devoción a la Santa Muerte congrega a todo tipo de personas, no sólo a drogadictos o delincuentes. "Es una devoción que poco a poco crece en México y en pocos años, será una de las principales devociones".
