En contra. El grupo está inte grado por esposas y madres de algunos de los 75 disidentes encarcelados tras una redada. ARCHIVO
Cuba permitió que las "Damas de Blanco" realizaran su tradicional protesta dominical tras un acuerdo negociado por el cardenal cubano, Jaime Ortega, con las autoridades de la isla y puso fin así a tres semanas de prohición.
Tras celebrar la misa en la iglesia Santa Rita, en el barrio capitalino de Miramar, Ortega dijo a la prensa que después de una semana como "intermediario" entre las "Damas de Blanco" y el Gobierno cubano "me encuentro aquí un poco como garante de que ellas lo van a hacer como habitualmente" lo hicieron durante 7 años.
Trece de las integrantes del grupo disidente, con una gladiolo rosado en la mano, caminaron silenciosamente alrededor de un kilómetro por la Quinta Avenida, una de las principales arterias de la capital cubana. Al terminar se ubicaron frente a la iglesia y tomándose de las manos gritaron varias veces "Libertad".
El grupo integrado por esposas y madres de algunos de los 75 disidentes encarcelados tras una redada contra opositores en 2003, realizaron la caminata de 7 años, pero desde marzo agentes de la seguridad cubana les informaron que debían pedir permiso para seguir haciéndolo.
Los tres últimos fin de semana fueron hostigadas e impedidas de realizar la protesta por simpatizantes del Gobierno.
"Para nosotras es una pequeña victoria. Nos sentimos satisfechas a medias, no plenamente, porque no tenemos que pedir permiso y vamos a continuar marchando. Pero la mayor satisfacción será cuando nuestros familiares estén en libertad" expresó Laura Pollán, una de las mujeres del grupo en conversación con la prensa después de la caminata.