Recorrido. En estas condiciones quedó el puente, tras el fenómeno climático que se presentó en días pasados. ARMANDO ACEVEDO / EL SIGLO DE DURANGO
Durango
Hace cinco días que un tramo del Puente que conduce a la Ferrería se colapsó, mismo tiempo que ha aislado de manera parcial a dicha localidad del municipio de la capital.
Dos unidades de la Dirección de Seguridad Pública mantienen clausurado el paso por el puente, en donde ya se precipitó una camioneta que evadió las patrullas y cayó por el boquete causado por la intensa lluvia y la crecida del río en días pasados.
La mayoría de la fuerza laboral de La Ferrería, se desempeña en la ciudad de Durango, por lo que el derrumbe parcial del puente les ha afectado de forma considerable, debido a que tienen que rodear bastante para poder cruzar.
Ahora, los habitantes tuvieron la opción de rodear por un camino que conduce a la población Sebastián Lerdo de Tejada, pasando por el puente de Calleros y con salida Gabino Santillán.
BUSCARÁN RECURSOS
Ayer en entrevista, el gobernador Jorge Herrera Caldera indicó: "voy a ver de donde consigo recursos para iniciar rápidamente la recuperación del citado puente".
Dijo que se realizan estudios por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado (Secope) para ver si el puente da para una rehabilitación o bien hay que hacer un nuevo puente.
De momento se trabaja en un arreglo rápido y provisional, pero que represente "toda la seguridad del mundo", para habilitar el paso vehicular.
Herrera Caldera recordó que es la segunda vez en menos de cinco años que el puente de La Ferrería sufre un daño de esta magnitud, por lo que es necesario valorar y comprobar la seguridad de la actual infraestructura o definitivamente, mejor construir otro cruce.
En la zona, hay maquinaria que abre brecha a un costado del afluente, pero en torno al puente no se realiza hasta ahora ningún trabajo, ni si quiera provisional, como se tiene contemplado.
Los estragos que causó la crecida del río y por ende la fuerte corriente, son muy visibles en la base del cruce, en el cual se precipitó un rectángulo de arroyo vehicular de considerable dimensión.
La corriente además inclinó algunos postes de la luz, pero no arrancó los cables. El nivel del agua es regular y esta es muy turbia; sin embargo, está lejos de presentar las condiciones del pasado lunes 27 de septiembre, cuando el puente se colapsó.
